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  1. La rana del Gólgota

    jueves, julio 31, 2008


    Una rana crucificada desata protestas en Italia por ofender a los católicos

    ROMA, 30 Jul (AFP-NA) - Una rana crucificada, expuesta como obra de arte en un museo de Bolzano, en el norte de Italia, ha levantado protestas en Italia, hasta el punto de que un dirigente regional lleva ocho días en huelga de hambre.
    La controvertida pieza, realizada por un artista alemán, es considerada como una «provocación» a los católicos por el dirigente político en huelga, Franz Pahl.
    «La rana ha sido desplazada, pero la provocación continúa», protestó Pahl ante los medios locales.
    En mayo pasado, el presidente de la región, Luis Durnwalder, pidió la retirada de la obra porque estimó que ofendía a la población, «que es en un 99% católica», dijo.
    La obra fue trasladada al tercer piso del museo, por decisión de su directora, Corinne Diserens, quien no obstante denunció la «instrumentalización» del arte por razones políticas.
    La polémica en torno a la rana crucificada, una escultura de Martin Kippenberg, fue comentada por prelados de la región con el papa Benedicto XVI, quien está pasando una temporada de vacaciones en los Alpes, cerca de Bolzano.

    Ver también: La gran profanación.

  2. LIMA (NA-AFP) - El escritor colombiano Fernando Quiroz presentó en la XIII Feria Internacional del Libro de Perú, su polémica novela Justos por pecadores, sobre el Opus Dei, en donde sostiene que el próximo Papa podría ser un miembro de esa congregación.
    La novela, finalista del II Premio Narrativa Iberoamericano Planeta-Casamérica 2008 -la ganó el chileno Jorge Edwards-, «es de ficción basada en mi propia experiencia en un colegio del Opus Dei en Bogotá, en las investigaciones y entrevistas a miembros de la orden y también a disidentes», dijo Quiroz a la AFP.
    La obra narra la historia de Vicente, quien tras permanecer once años en la orden se fuga porque va descubriendo que para el Opus Dei «la conciencia no es algo personal, sino un elemento supervisado por otros». «Es ese mundo en que el castigo físico se utiliza como inhibidor y sustituto del deseo sexual», dijo el escritor, ex editor cultural y columnista del diario El Tiempo, que estuvo vinculado a las revistas Cambio, Semana, Gatopardo y Soho. En la novela, un miembro importante de la orden le dice a Vicente en su intento para convencerlo de que retorne: «te voy a confesar que en el Opus Dei está el futuro de la Iglesia, todo está arreglado para que, cuando muera el Papa Benedicto XVI, el pontificado quede a la cabeza de la congregación, las fichas están jugadas».
    «De todo lo que he estudiado del Opus Dei y conozco su ansia de poder, su poder económico me indica que el próximo Papa podría ser un miembro de esa orden», dijo el novelista, tras indicar que permaneció un año en la congregación y se salió «por todo lo que vi».
    Quiroz, 44 años, sostiene que desde que el fundador del Opus Dei, José María Escrivá de Balaguer (1902-1975), «mueve sus cuarteles de Madrid a Roma, empezó a hablar al oído al Papa Juan Pablo II y dar al Vaticano algunos favores, por lo que se le permite a la congregación a expandirse, el objetivo es el papado». «Miembros de la congregación están ahora en el entorno del actual Papa, Benedicto XVI», agregó.
    En la obra, Vicente es atraído a la orden guiado con engaños, primero le invitan a jugar unos partidos de fútbol, luego charlas sobre música rock, más tarde a tomar unas cervezas y luego, poco a poco, empiezan las charlas espirituales y le dicen «tú eres el elegido». «Eso me pasó a mí cuando tenía 16 años, de pronto sin darme cuenta, ya estaba pasando por infinidad de horrores como amarrarme en las piernas unos collares con puyas (cilicio) hacia adentro para pagar mis pecados y ganarme el cielo».
    Sostiene que a los miembros le decían que el «matrimonio es para la tropa y el celibato para el estado mayor de Cristo» y que «la mujer es para los hombres sinónimo de pecado y en el hombre es para las mujeres el mismo diablo».
    Quiroz publicó su primer trabajo en 1993, El reino que estaba para mí (Conversaciones con el escritor colombiano Álvaro Mutis). En 2002, la editorial Planeta editó En ésas andaba cuando la vi. En 2006 con el sello de Seix Barral publica Esto huele mal, novela que en el 2007 fue llevada al cine.

  3. La gran profanación

    jueves, julio 24, 2008



    © P.Z. Myers
    Traducción de Fernando G. Toledo


    No quise distinguir solo la galleta, así que la clavé junto a un manojo de páginas arrancadas del Corán y The God Delusion. Solo son papel. Nada que deba ser considerado sagrado. Cuestiónenlo todo. Dios no es grande, Jesucristo no es su amo, ustedes no son discípulos de algún profeta carismático. Son todos seres humanos que deben hacer su vida pensando y aprendiendo, y tienen la tarea de hacer progresar el conocimiento de la humanidad superando los errores de generaciones pasadas y buscando una comprensión más profunda de la realidad. No hallarán sabiduría en rituales ni en sacramentos ni en dogmas, que solo construyen ignorancia autosatisfecha; pero en cambio pueden hallar la verdad mirando al mundo con ojos frescos y una mente inquisidora.



    Fragmento del texto publicado en Pharyngula.
    A propósito del robo de una hostia consagrada.

  4. Ser ateo le costó su carrera militar

    sábado, julio 19, 2008

    © Hernán Restrepo
    Editor web RCN Radio

    El soldado Jeremy Hall relata una y otra vez la historia del día en que se salvó de milagro de un ataque cuando viajaba en un carro que lo conducía a una misión militar. Al abrir sus ojos y darse cuenta de que no estaba herido, uno de sus compañeros le preguntó «¿Ahora sí crees en Jesús?». A lo que él respondió: «No. Creo en el vidrio blindado que detuvo las balas».
    No creer en Dios condujo a que Hall fuera rechazado por sus compañeros de batalla en Irak, que veían en este soldado ateo un «ave de mal agüero». Pero hace 4 años Jeremy era un cristiano bautista consagrado, cuando fue enviado a la guerra. De hecho, lo primero que empacó en su maleta fue su Biblia. Pero en algún momento indeterminado, el ver la crueldad de la guerra hizo que este joven, ahora de 23 años de edad, dejara a un lado las creencias con que había sido criado. Otro episodio de discriminación sucedió en la tradicional cena de acción de gracias de 2006, cuando Hall se rehusó a participar en la oración de gratitud antes de repartir la comida. Según relata, sus superiores le ordenaron ir y sentarse en una mesa retirada.

    No es el único caso
    Pero el de Jeremy Hall no es el único caso de discriminación religiosa en las Fuerzas Militares de Estados Unidos. De hecho existe una Fundación por la Libertad Religiosa Militar. Su director, Mikey Weinstein, sostiene que representa a más de 9 mil miembros activos de la Marina, Fuerza Aérea y Ejército.
    Weinstein es un judío cuya familia ha estado vinculada durante generaciones enteras a las Fuerzas Armadas. Su fundación, afirma, no busca prohibir enteramente cualquier tipo de expresión religiosa en el ejército. De hecho, admite que la lectura de la Biblia y la oración pueden ayudarle a un soldado a encontrar la fortaleza espiritual necesaria para resistir la dureza del campo de batalla.
    El objetivo de la fundación es, más bien, evitar que sea una única religión la que se le imponga a los miembros activos del ejército. Obligándolos a asistir a ceremonias religiosas, escuchar prédicas u oraciones.
    A su regreso de Irak, Jeremy Hall decidió demandar al Departamento de Defensa por violación a la Primera Enmienda de la Constitución, la cual garantiza la libertad de creencias. Esta es sólo una de las muchas iniciativas que en este momento se están llevando a cabo para que el ejército de su país deje de ser lo que Hall llama una «organización cristiana».

    Escuchar la noticia.


  5. Gustavo Bueno, principal autor del «materialismo filosófico».


    © Fernando G. Toledo
    Razón Atea

    l materialismo filosófico, el sistema cuyo principal autor es Gustavo Bueno, se opone frontalmente al espiritualismo y al idealismo, así como al materialismo monista. Desde las coordenadas de este sistema, tales posiciones filosóficas, sin perjuicio de que puedan compartirse porciones de sus análisis, aparecerán como metafísicas. Por metafísica se entiende «a toda construcción sistemática doctrinal, toda idea, &c., que, partiendo sin duda de un fundamento empírico lo transforma en una dirección, preferentemente sustancialista, tal que la unidad abstracta (...) así obtenida queda situada en lugares que están más allá de toda posibilidad de retorno racional al mundo de los fenómenos».

    1) «Materia» es un concepto filosófico y no físico. Ello no significa que la física (las ciencias en general) no nos informen sobre la materia determinada, sino que para asumir que «materia es sólo materia física» tenemos que «salirnos de las ciencias» y hacer filosofía (no ceñirnos a la categoría de cada ciencia). Si hacemos filosofía ceñida a cierta ciencia en particular (por ejemplo: «materia son sólo leptones») estamos cometiendo un error «formalista», haciendo mala filosofía.

    2) Contra el fisicalismo en particular, la crítica es clara para quien haya leído Ensayos materialistas e incluso para quien se haya «asomado» al materialismo filosófico (*). Y esto lo digo porque la crítica al fisicalismo (o al materialismo corporeísta) desde el MF se puede hacer desde numerosos ángulos, uno de ellos, el propio principio de symploké (conexión y desconexión parcial de todos los contenidos del mundo). Si «todo es materia física», o por ejemplo, «todos son leptones», estamos ante un monismo. Monismo es la ontología que dice que hay una sola sustancia (física) en la Realidad. Si todo fuera lo mismo, todo estaría conectado con todo y no podríamos conocer nada (para conocer un pájaro, tendríamos que conocer antes todo el universo, ya que todo está conectado con todo). Repito: ésta es una y sólo una de las refutaciones al fisicalismo.

    3) Los tres géneros de materialidad (en el «materialismo cósmico», del «mundo») surgen del propio ejercicio racional. En el materialismo filosófico, además, de la crítica a la «unicidad del ser» (no todo está compuesto por la misma «sustancia»: la materia es una pluralidad de contenidos). La distinción, además, ha sido trazada por casi toda la historia de la filosofía, aunque no siempre desde el sentido materialista, que considera irreductibles y «entrelazados» a los tres géneros (no como, análogamente, los tres «mundos de Popper», que eran reinos separados; así como la distinción «Alma», «Mundo», «Dios» de Wolff; insisto: esto es analogable y no identificable con los tres géneros del materialismo).
    Tenemos entonces tres materialidades cósmicas o mundanas, designadas como M1 (términos, físicos), M2 (operaciones, psicológicos) y M3(relaciones, ideales).
    Y, como dice Javier Pérez Jara:


    «Y esto sin perjuicio de que los géneros de materialidad tengan un orden de génesis; pues el primer género de materialidad (la materia física, situable en coordenadas espacio-temporales -y que por tanto englobaría a realidades no corpóreas, pero reales y materiales, como las ondas electromagnéticas y las gravitatorias- está a la génesis del segundo género (en efecto, no hay «conciencia» sin sistema nervioso). Y lo mismo puede predicarse del tercer género con respecto del segundo (en efecto, no hay ideas, o relaciones -contenidos terciogenéricos- sin un sistema nervioso que los genere mediante las operaciones; y aun diríamos sin un sistema nervioso carente de la corteza cerebral humana, pues, como es obvio, un chimpancé, aun poseyendo M2, no puede generar ideas, ni relaciones, mediante sus operaciones -con palos, piedras, &c.-). Así, los pensamientos, recuerdos, sentimientos, &c., provienen, en su génesis, del sistema nervioso (contenido primogenérico), pero no se reducen a lo físico, sino que constituyen un nuevo género de materialidad, inconmensurable a los otros, independientemente de su génesis -sobre todo cuando los contemplamos desde la materia ontológico general-. Pongamos como ejemplo: aunque no haya recuerdos sin descargas de acetilcolina en el hipocampo del sistema límbico, &c., los recuerdos -contenidos segundogenéricos- no son «formas» de las descargas de neurotransmisores -contenidos primogenéricos- que están en la génesis; sino que la memoria es inconmensurable a las conexiones primogenéricas entre el sistema límbico, la corteza cerebral, &c., y sin las que, sin embargo, no podría existir bajo ningún modo). Asimismo, las ideas, relaciones lógicas, matemáticas, &c., no se reducen a los pensamientos subjetivos (contenidos segundogenéricos por tanto) de quien las forja, sino que son objetivas (mantienen conexiones reales, materiales, por encima de nuestra voluntad), sin querer con ello decir que las ideas estén en un cielo platónico o en el entendimiento divino (lo que equivaldría a hipostasiar el tercer género, operación completamente impugnable precisamente desde el momento en que hablamos de géneros -relacionados entre sí por Symploké-, y no de mundos, o reinos, &c.).»

    4) Pedir «evidencias» para saber «qué hay fuera del universo» suena a absurdo. ¿Por qué? Porque estamos inmersos en el universo, somos parte de él, y una ciencia cualquiera también lo está. No puede entonces «salirse del universo» para «ver qué hay allá afuera» (lo estoy planteando en términos toscos, lo sé, pero responden a la tosquedad de la propuesta). Si, como afirma dialécticamente el MF, el mundo está «envuelto» por contenidos de materialidades de distintos géneros (inaccesibles desde nuestro mundo, pero no por ello «inexistentes»), es obvio que no puede «experimentarse» con esos géneros transmundanos por definición. Allí aparece el «ignorabimus!», el reconocimiento de que habrá cosas que no se puedan conocer del mismo modo que se puede conocer la materia física, por ejemplo.

    5) ¿Universo finito o infinito? Como dije, alguien puede ilustrar esto mejor que yo, la finitud del universo queda trazada por la propia teoría de la relatividad general. Si el universo es finito y está en expansión, hay que pensar: ¿qué lo envuelve? Si decimos «la nada» estamos postulando un absurdo (no me pondré ahora a detallar el absurdo de la nada, sólo decir que la propia ciencia parte de que la nadda no es posible: «nihilo nihil fit»). Los espiritualistas dirán que está «abrazado por Dios, quien lo creó (de la nada) con el Big Bang», como si fuera tan sencillo resolver esa envoltura divina sin caer en muchas de las aporías que he ido detallando antes. ¿Qué queda? Pues que la codeterminación inherente a la materia funciona «fuera del mundo»: el mundo está «rodeado» de un entramado plural de materialidades que no son las mundanas (M1 o materia física, M2 o materia «psicológica», M3 o materia «eidética»), codeterminadas en symploké.

    6) En cuanto al universo infinito, vuelvo sobre mis pasos en el ejemplo de las masas gravitatorias. Lo que quise decir es que si hubiera una cantidad infinita de materia en un espacio finito, esto provocaría el colapso. ¿Cuál sería el problema de materia infinita en un universo infinito? Muchos, parece, según Einstein:

    «Si es que tenemos en el universo una densidad media de materia distinta de cero, cuan pequeña pueda ser esta diferencia, entonces el universo no puede ser cuasi-euclideano. Por el contrario, los resultados de los cálculos indican que si la materia estuviese distribuida de manera uniforme, el universo sería necesariamente esférico (o elíptico). Y ya que en realidad la distribución detallada de materia no es uniforme, el universo real se desviará en partes individuales de lo esférico, esto es, el universo será cuasi-esférico. Pero entonces será necesariamente finito.»
    7) Decir que porque las ideas, por ejemplo, «estén en el cerebro», son por ello sólo células, es un error común. No son sólo células (o conexiones neuronales) como dije antes usando una metáfora: del mismo modo que la foto de una moneda no es la moneda.



    Nota: Este escrito fue concebido originalmente como una respuesta a un comentario y no como un artículo, pero dada su extensión es publicado con este formato.

    (*) Por tanto me permito dudar de si la lectura de Paco existió o tan sólo está en sus sueños, como la resurrección de Cristo o los muertos que se comunican en las sesiones de espiritismo, según él.

  6. «En tres días vivirás»

    jueves, julio 10, 2008

    © Juan Miguel Muñoz
    Publicado en El País

    Todo hallazgo arqueológico vinculado al período de Cristo suscita encendidos debates que a menudo se eternizan durante décadas. La última revelación no defraudará a los polemistas, puesto que afecta a las raíces del cristianismo, al sugerir que la resurrección del Mesías al tercer día de su muerte es una tradición anterior a la figura histórica de Jesús. Acaba de suceder en el Museo de Israel. Un investigador de la Universidad Hebrea de Jerusalén, Israel Knohl, presentó el martes un estudio sobre una losa de 90 centímetros de piedra caliza, datada en el siglo I antes de Cristo y descubierta hace 15 años, que contiene 87 líneas escritas con tinta. En ellas, asegura, se describe al ángel Gabriel resucitando a un líder mesiánico tres días después de su muerte. Si realmente esto es lo escrito en la tablilla, el concepto de la resurrección propio del cristianismo tendría su origen en la tradición judía anterior.
    La pieza fue vendida hace una década por un marchante jordano a un coleccionista suizo-israelí que la mostró a varios especialistas. Se cree que fue hallada en la ribera jordana del mar Muerto, en la orilla opuesta al lugar donde se ubican las cuevas de Qumran, escenario de otro descubrimiento, los rollos del mar Muerto, sobre los que se discute sin descanso desde 1948. El deterioro de la estela también ha propiciado diversas interpretaciones porque muchos vocablos son apenas legibles. Es un ejemplo poco frecuente de aquel periodo. Las palabras, habitualmente, se esculpían en la piedra. No se escribía con tinta sobre ella.
    La controversia parece servida en un país plagado de excavaciones arqueológicas en busca de las más profundas raíces judías y en el que se habla lo indecible de religión. Discusiones académicas al margen, asuntos de este cariz -con conceptos de por medio como la resurrección, capital para el cristianismo- tocan las fibras más sensibles en las sedes de las iglesias cristianas, cuyas relaciones con el judaísmo nunca han sido sencillas.
    «Mi teoría», precisó Knohl, «no representa ninguna amenaza para los principios fundamentales del cristianismo y, desde luego, no es mi objetivo polemizar con ninguna religión». Los profesores presentes en el Museo de Israel matizaron que el concepto de resurrección no es ajeno al judaísmo. Lo sorprendente, a su juicio, es la referencia a los tres días. «En tres días vivirás. Yo, Gabriel, te ordeno», se puede leer, según Knohl.
    «Esta teoría ofrece nuevas ideas sobre el personaje histórico de Jesús, no como redentor de la humanidad, tal como lo concibe el cristianismo, sino como un mesías cuyo objetivo era redimir al pueblo al que pertenecía, el judío», declaró a Efe Israel Knohl, que asegura haber traducido una de las palabras que otros investigadores habían sido incapaces de descifrar. Varios expertos añaden que la figura de Jesús se comprendería mejor tras estudiar la agitada historia política de los judíos en aquella época.
    Muchos especialistas advierten de que el debate acaba de iniciarse y que la interpretación de Knohl es un tanto aventurada. Ya se publicaron un año atrás extensos informes que fijan el origen de la losa antes del nacimiento de Cristo. Ahora se anuncia una avalancha de ensayos. Tiene visos de que la polémica no amainará.


  7. ¿Sirve el «mea culpa»?

    © Fernando G. Toledo
    Razón Atea

    asemos en limpio. El Arzobispado de Mendoza actuó con una desconcertante impericia al proponer la prelatura de honor para un sacerdote del que, no caben dudas, poco sabía excepto lo que el mismo clérigo le pudo haber «vendido» con su labia. Es insólito, ciertamente. Porque lo primero que hay que hacer al avanzar sobre una postulación de este tipo es lo que no se hizo: acudir al lugar de incardinación del sacerdote. Es decir, Ponce (Puerto Rico), la diócesis donde se ordenó.
    Allí, donde está incardinado, aseguran que a Sirvent lo busca la Justicia desde hace casi 10 años. Allí mismo, el Obispo le dictó la «privación de oficios» en el año 2000 debido a un caso de pedofilia. Allí, en el único lugar donde obligatoriamente había que consultar, ni siquiera se solicitó información. ¿Tan grande habrá sido la desesperación del Arzobispado de Mendoza por conseguir los fondos económicos que Sirvent prometía?
    Por otra parte, hay que dejar en claro que las decisiones internas (por ejemplo, no permitir sacerdotes mujeres u homosexuales, imponer el celibato, excomulgar) son cuestiones que debe dirimir la misma Iglesia. Al que no le guste se va, y a los que no tenemos nada que ver con ella no debería interesarnos. Pero una cosa muy distinta es que el uso de una investidura de un culto sea usada por alguien (Sirvent) para algo tan horroroso como la pedofilia, como ocurre usualmente con los casos de sacerdotes que abusan de menores allanando el camino con su sotana. Y el problema empeora si esa investidura es «premiada» desde el Vaticano con títulos que le sacan lustre.
    En una empresa privada, un escándalo de esta magnitud merecería que «rodaran cabezas». Aquí pareciera que todo se arregla con un tibio mea culpa en el que se invoca el «engaño a la buena fe». Que quede claro: no fue sólo eso. Lo que ha sucedido con «monseñor Francisco Sirvent» es escandaloso, salpica al Vaticano y es fruto nada menos que de la irresponsabilidad de la Arquidiócesis de Mendoza.

    Una versión más sintética de esta columna fue publicada en Diario UNO de Mendoza.

  8. Cuestión de honor (2)

    miércoles, julio 09, 2008

    El sacerdote español Francisco Sirvent no sólo acosó a soldados de un cuartel español, sino que protagonizó un caso de pedofilia en Puerto Rico, que derivó en su suspensión, cinco años antes de conseguir ser nombrado «Prelado de Honor» de Benedicto XVI a petición del Arzobispado de Mendoza (Argentina)
    © Fernando G. Toledo Razón Atea l sacerdote Francisco Sirvent, nombrado Prelado de Honor por el Vaticano a instancias del Arzobispado de Mendoza a pesar de sus antecedentes de abuso sexual, será arrestado en Puerto Rico «apenas pise el aeropuerto», según declaró un clérigo de aquel país a Diario UNO. Y es que -según pudo confirmarse ayer- además del escándalo sexual protagonizado a su paso por una capellanía de Mallorca, el sacerdote español fue acusado de pedofilia, razón por la cual la Justicia puertorriqueña levantó cargos civiles contra él (ver aparte). Además, tal como había publicado ayer Diario UNO, Francisco Sirvent Domínguez, quien es monseñor gracias al título otorgado por el Vaticano, estaba suspendido a divinis por la Diócesis de Ponce (Puerto Rico) y esa información debió ser consultada por la arquidiócesis local a la hora de ser propuesto como prelado de honor. Sin embargo no fue así. En diálogo con UNO desde Puerto Rico, Herminio de Jesús, canciller de la Diócesis de Ponce, mostró su sorpresa al preguntarse por qué la arquidiócesis de Mendoza no «pidió información aquí, donde está está incardinado». Al hablar de incardinación, De Jesús se refiere a un recaudo que debe tomarse con cualquier cura: consultar dónde se ordenó. Los sacerdotes, según el derecho canónico, no pueden estar «sueltos», sin un lugar de referencia, sino «incardinados» a una diócesis, para evitar la figura del «clérigo vago», tal como se lo conoce. «Se supone que para estas cosas (por la solicitud de una prelatura de honor) hay que consultar primero en el lugar donde está la incardinación. Porque si no, puedo ir a su diócesis y presentarme como cura pero ser un farsante. Ha habido muchos casos en que se han presentado sacerdotes y basta con consultar al lugar de incardinación para descubrir que son falsos. Creo que fue un error enorme no consultar aquí para proponerlo como prelado de honor; pero allá ellos», dijo, sin pelos en la lengua, monseñor De Jesús con referencia a Mendoza. Sergio Buenanueva, vocero del Arzobispado local, insistió ayer en reconocer el error, aunque también dijo que fueron engañados en su «buena fe». Ante la pregunta acerca de por qué no pidieron información sobre Sirvent en Puerto Rico, Buenanueva reconoció: «Honestamente no sé si se consultó allí. Buscamos algo de información y la que teníamos nos pareció suficiente. Ese error lamentable pesa ahora sobre nuestra institución». Acerca de la petición de revocarle el título a Sirvent, algo que podría hacer la arquidiócesis local después de este papelón, Buenanueva se limitó a adelantar: «Lo único que puedo decir es que se ha informado a nuestros superiores (por la Santa Sede) y se actuará en consecuencia».
    A punto de ser apresado «Si él vuelve a Puerto Rico lo van a apresar en el aeropuerto mismo», estimó monseñor Herminio de Jesús al referirse al cargo de pedofilia que pesa sobre el sacerdote Francisco Sirvent, nombrado Prelado de Honor a petición del Arzobispado de Mendoza. El canciller de la Diócesis de Ponce, lugar donde está «incardinado» el cura Sirvent, recordó que a mediados de 1998 se destapó «un caso de pedofilia» que involucraba a Sirvent en Puerto Rico. Una fuente reservada dijo que, en efecto, Sirvent habría abusado de un niño y «la familia del menor denunció a la diócesis y hubo acuerdo extrajudicial mediante el pago de una importante suma de dinero». Ese escándalo descubrió la verdadera cara de Sirvent, quien desapareció de Puerto Rico antes de que la Justicia pudiera apresarlo, según relató De Jesús. «Inteligente y muy locuaz» «Todo iba bien con Sirvent. La verdad que fue muy sorpresivo. Él era muy inteligente y locuaz. Llegué a apreciarlo mucho. Pero después se destapó todo y él se esfumó. Cómo será, que el obispo que dictó sus suspensión no pudo entregarle la carta, aunque sí fue publicada y se informó a la familia de Sirvent», precisó el clérigo puertorriqueño. A pesar de que Sirvent huyó de Puerto Rico, Herminio de Jesús tuvo oportunidad de cruzárselo, en una anécdota que pudo haber acabado con el sacerdote en la cárcel. «En 1999 viajé a España, a Santiago de Compostela. Era un 25 de julio y yo estaba ya revestido para celebrar una misa junto a otro grupo, cuando llegó él y apenas me vio desapareció como un rayo. Si me hubiera dado tiempo, lo denunciaba para que lo apresaran», contó el clérigo desde la Diócesis de Ponce, en Puerto Rico. ¿Qué hizo Sirvent en Mendoza? Francisco Sirvent estableció comunicación epistolar y vía correo electrónico con la arquidiócesis de Mendoza, alrededor de 2003. Fue por entonces cuando ofreció sus servicios al arzobispado, que iban a consistir en asistencia teológica y en la posibilidad de conseguir fondos para el seminario de Mendoza. Según Sergio Buenanueva, se le presentó el proyecto a Sirvent para tales fines y luego, merced a esas promesas, se pidió ante el Vaticano el nombramiento como Prelado de Honor. «Normalmente eso se pide cuando se efectivizan los aportes o la beneficencia que hacen los sacerdotes. Aquí, confiándonos en su palabra, lo hicimos antes y ése fue un error», reconoció Buenanueva. Tras conseguir el nombramiento como Prelado de Honor, el 31 de marzo de 2005, a petición de Mendoza, Sirvent arribó por fin a nuestra provincia. «Fue en el transcurso de la Semana Santa de 2006. Llegó unos días antes de la Misa Crismal y se fue para la Pascua», relató Buenanueva. Consultado acerca de si por entonces la curia local percibió en Sirvent algún comportamiento relacionado con su oscuro pasado (acoso sexual en una capellanía española y pedofilia en Puerto Rico), el sacerdote local fue tajante: «No, no. En absoluto».

  9. Cuestión de honor (1)

    martes, julio 08, 2008

    Un sacerdote español, acusado de acoso sexual en España y suspendido en Puerto Rico, fue a pesar de ello nombrado «Prelado de Honor» del Papa a petición del Arzobispado de Mendoza (Argentina)

    El cura valenciano Francisco Sirvent (primero de la izq.), en 1995.
    Fotografía del Diario de Ibiza

    © Fernando G. Toledo
    Razón Atea
    l Arzobispado de Mendoza (Argentina) solicitó y logró que un cura acusado de acoso sexual en España y privado de oficios en Puerto Rico fuera nombrado Prelado de Honor de Su Santidad por el Vaticano, en 2005.
    En efecto, el padre Francisco Alonso Sirvent Domínguez, un valenciano expulsado de la capellanía del ejército de su país en 1995 tras protagonizar una compleja trama de vejaciones sexuales a jóvenes soldados, consiguió el nombramiento como «Prelato d’Onore di S. S.», según consta en los Anuarios Pontificios 2006-2007 publicados por la Santa Sede.
    La propuesta para que alcanzara ese cargo, que le permite ser llamado «monseñor» y se supone lo reciben clérigos que han tenido una labor eclesiástica destacada, fue elevada por la Arquidiócesis local como respuesta a una simple promesa que hizo Sirvent para aportar una ayuda económica al seminario de Mendoza.

    Prelado de honor por «prometer servicios»

    El padre Sergio Buenanueva, portavoz del Arzobispado, reconoció ante la prensa además que Sirvent jamás cumplió con los servicios prometidos aunque fueron éstos, justamente, los que determinaron que el cuestionado cura obtuviera tan alto reconocimiento de parte del mismísimo Joseph Ratzinger, papa Benedicto XVI para toda la comunidad católica.
    Buenanueva fue contactado por teléfono por Diario UNO pero, tras excusarse y pedir que lo llamaran a los 10 minutos, no respondió el teléfono en los intentos sucesivos. Sin embargo, el cura local sí le dijo al diario español El Mercantil Valenciano que Sirvent «estuvo algunos días en Mendoza hace un par de años: en 2006», luego de que «la diócesis había tomado contacto con él en 2003».
    El propio Buenanueva, quien es director del Seminario Arquidiocesano Nuestra Señora del Rosario de Mendoza, explicó que «el padre Sirvent ofreció algunos servicios a la diócesis en dos campos: ayuda y orientación para la formación del Tribunal Eclesiástico de primera instancia para las diócesis de la región de Cuyo y, a través de la Fundación San José, una ayuda económica para el sostenimiento de los sacerdotes ancianos y el seminario de Mendoza». Y por fin reconoció: «en razón de estos servicios prometidos se solicitó el título con que aparece en el Anuario Pontificio». Irónicamente, tales servicios ofrecidos por Sirvent «nunca se concretaron», como reconoció el vocero del Arzobispado.
    La propuesta y el posterior otorgamiento del título de prelado de Honor a Sirvent parecen constituir dos errores catalogables de escandalosos por parte de la Iglesia. Y es que al momento del otorgamiento del título de parte del Vaticano, el cura no sólo había sido investigado por cargos de acoso sexual (tan intensos que acabaron en un intento de suicidio por parte de una de sus supuestas víctimas), sino que fue directamente «privado de oficios, de (…) oír confesiones y de celebrar la Santa Misa» por el Obispado de Ponce, en Puerto Rico, según un documento a cuya copia tuvo acceso Diario UNO.

    Felaciones, toqueteos y un intento de suicidio

    El nombre de Sirvent saltó a la escena pública el 14 de junio de 1995, cuando el Diario de Ibiza (España) dio a conocer que el sacerdote había sido «fulminantemente suspendido en sus funciones por el arzobispado castrense y trasladado de inmediato al verse implicado en un escándalo de coacciones sexuales ejercidas sobre diversos soldados durante más de cinco meses».
    Según la información, publicada en la página 4 de aquel periódico, la mortificación sexual que ejercía el por entonces capellán Sirvent a los soldados era tan agobiante que uno de esos soldados del cuartel mallorquí de Sa Coma intentó suicidarse ingiriendo sedantes. Tras sobrevivir a ese intento, el joven militar denunció a sus mandos que Sirvent presionaba a él y a varios de sus compañeros «a mantener relaciones sexuales» con el cura.
    Felaciones, toqueteos y utilización del recurso de arresto para presionar a los soldados fueron prácticas de Sirvent en el cuartel de Sa Coma, según los testimonios recogidos por el Diario de Ibiza entonces, y que determinaron la expulsión del clérigo de la isla.
    Semejante escándalo no impidió a Sirvent seguir su particular «carrera». Según pudo saberse, el religioso se trasladó luego a Puerto Rico (lugar donde había obtenido su ordenación y donde habría protagonizado otros incidentes de índole sexual) hasta que su travesía lo llevó a recalar «por unos días en Mendoza», en 2006, un año después de haber conseguido que a instancias de la arquidiócesis de esta provincia le llegara el prestigioso título de Prelado de Honor del mismísimo Papa Benedicto XVI.


    Lo que se sabe de Sirvent

    Según la página web de la Diócesis de Ponce (Puerto Rico), donde fue ordenado, el reverendo padre Francisco Alonso Sirvent Domínguez forma parte del claustro de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, donde se lo consigna como «Catedrático Auxiliar de Teología Bachillerato en Teología, Lic. en Teología, Doctorado en Teología Dogmática, Facultad San Vicente Ferrer de Valencia, España; Doctorado en Derecho Civil, Doctorado en Derecho Canónico, Pontificia Universidad de Salamanca».
    Según una fuente española que ha tratado con el sacerdote, a la que Diario UNO tuvo acceso, y que prefiere reservar la identidad, a poco de ordenarse como sacerdote, Sirvent «colaboró en el intento de conseguir la aprobación por parte de la Iglesia de una supuesta aparición de la Virgen en Sábana Grande en Puerto Rico». Detrás de esa supuesta aparición se ha formado una verdadera secta, llamada «Misión Virgen del Pozo».
    La misma fuente le confió a UNO que luego del incidente sexual en el Ejército Español, en 1995, Sirvent volvió a Puerto Rico «donde tuvo un nuevo incidente con un menor en 1998», que derivó en la suspensión a divinis que le dictó el obispo de Ponce, Fermiot Torres, en 2000. Antes de esa suspensión, fue miembro del Tribunal Eclesiástico en Puerto Rico, encargado de resolver nulidades matrimoniales y perseguir con del Derecho Canónico a los miembros de la Iglesia.
    Al parecer, los problemas de Sirvent no se reducen sólo a sus denuncias por acoso sexual. El sacerdote también fue citado por el Ayuntamiento de Alcoy (Alicante, España) por el «embargo de un vehículo», según consta en un documento firmado por la concejala de Hacienda María Dolores Alba Mullor, el 3 de noviembre de 2006.
    Actualmente, Sirvent residiría en la zona de Alicante (España), aunque se desconoce por ahora si viste cotidianamente su traje púrpura de «prelado de honor».


    Una versión resumida fue publicada en Diario Uno de Mendoza el 08/07/08

  10. Un debate golpe a golpe sobre Dios

    sábado, julio 05, 2008

    ENTREVISTA
    Los autores de ¿Dios o la materia? Un debate sobre cosmología, ciencia y religión hablan de este libro, en el que discuten apasionadamente

    Pulseada entre Soler Gil (teísta) y López Corredoira (materialista).


    © Fernando G. Toledo
    Razón Atea

    os cosmovisiones diametralmente opuestas chocan en ¿Dios o la materia? (Áltera, 2008), un libro que reproduce el debate escrito, golpe por golpe, entre un cristiano y un ateo.
    Los contendientes del reciente volumen son dos españoles: el filósofo especializado en Física Francisco Soler Gil (en el bando cristiano) y el astrofísico doctorado en Filosofía Martín López Corredoira (bajo una bandera materialista atea).
    En ¿Dios o la materia?, el fuego lo abre Soler Gil al proponer «tres datos cosmológicos» que concuerdan, dice, con una concepción teísta del mundo y no con una materialista. Acto seguido le replica López Corredoira, interpretando que esas «adecuaciones» de los datos objetivos del mundo al teísmo no son más que parte de la vieja tendencia de usar «el comodín de Dios», un Dios que no existe pero pretende ser «tapagujeros» del conocimiento. De inmediato la discusión estalla hacia cuestiones más amplias (la validez o contrarictoriedad del cristianismo, la racionalidad del materialismo, etc.), haciendo «difícil que este debate deje indiferente a nadie», como dice Juan Arana en el prólogo.
    Para ofrecer una aproximación a las páginas de este volumen, Soler Gil y López Corredoira responden estas preguntas.
    –¿Cuáles son los datos actuales de la cosmología (o la física en general) que confirman o refutan la hipótesis de la existencia de un Dios?
    –Francisco Soler Gil: Más que «confirmar» o «refutar», yo diría que determinados datos físico-cosmológicos «encajan» con más naturalidad en un marco teísta que en uno materialista. Puesto que lo que propone el teísmo es que la realidad fundamental se parece más a una mente (Dios) que a la materia, los datos que se interpretan mejor desde este enfoque son, lógicamente, los que sugieren que hay una racionalidad que impregna el universo a todas las escalas, y con la cual la razón humana se encuentra en cierta sintonía. Un dato que señala en esta dirección es el hecho de podamos concebir el universo como un objeto físico, sin incurrir en las anunciadas (y temidas) antinomias de la razón. También es relevante la prodigiosa efectividad de las matemáticas para la descripción del mundo. La belleza de la arquitectura matemática elegida como armazón del mundo, y el hecho de que esta arquitectura parezca perseguir un fin concreto (la generación de un mundo poblado de seres complejos, entre ellos, los vivientes), han de contarse también entre los datos que apuntan hacia una mente como fundamento del cosmos.
    –Martín López Corredoira: Ni la física ni la cosmología refutan, y menos aún confirman, la existencia de Dios. La discusión sobre esta existencia es un tema metafísico sobre el que la ciencia no puede dar una respuesta definitiva. Lo que sí puede dar la ciencia es una limitación en la manera de ver a ese Dios y su capacidad de intervenir en el mundo. Cuanto más entendemos este mundo en términos materiales, menos lugar queda para dioses o espíritus o para visiones animistas/mágicas del Universo.

    Fortalezas y debilidades

    –Esto tiene relación con la pregunta anterior, pero: ¿cuáles son los puntos débiles del teísmo o del materialismo a la hora de explicar el mundo?
    –MLC: En mi opinión, el teísmo, y en particular el teísmo cristiano, hace aguas por muchos lugares. Cuando se apuran los argumentos teístas hasta su última consecuencia, se encuentra uno con posiciones que sólo un creyente incondicional puede aceptar. Por ejemplo, que haya milagros o vida después de la muerte. ¿Cómo vamos a aceptar con lo que sabemos de la vida a través de la biología que existen almas separables del cuerpo que emigran a un supuesto cielo una vez el individuo muere? Ése es el punto débil del teísmo: demasiada imaginación, demasiada fantasía, poca verdad. Sobre las explicaciones del mundo del materialismo, el punto débil es que no nos cuenta lo que quisiéramos oír, deja un vacío en nuestra existencia que el opio del pueblo llamado «religión» enmascara para nuestro sosiego. El punto débil es que no es una filosofía para las masas, es una filosofía que mira la verdad de frente sin tenerle miedo, y eso no es útil para la mayoría de la gente. No podemos esperar pues, como se intentó en la antigua Unión Soviética, que el materialismo y el ateísmo se extiendan a toda una nación.
    –FSG: La debilidad de la imagen del mundo materialista no se pone de manifiesto tan sólo en el terreno cosmológico, sino en muchos otros: Si Dios existe, y si Dios posee un carácter similar a la imagen que la tradición religiosa judeocristiana tiene de Él, es natural que los seres humanos hayan sido dotados de una cierta capacidad para conocer verdaderamente la realidad. Es natural, asimismo, que gocen de capacidad para adoptar decisiones libres. Y es natural que existan bienes y males objetivos, y valores éticos y estéticos objetivos. Pero si sustituimos ese enfoque por la imagen del mundo del materialismo naturalista, la capacidad humana para la verdad o la libertad, así como la existencia del bien y el mal moral, o la belleza objetiva se vuelven incomprensibles. El materialismo ateo abre así la puerta a un escepticismo radical muy poco verosímil. En el fondo, el materialismo, más que explicar la experiencia humana, lo que hace es declararla ilusoria en todos sus aspectos más importantes.
    –El libro ¿Dios o la materia? comienza tratando temas cosmológicos y su relación con el teísmo y el materialismo, pero pronto deriva a cuestiones sobre religión y ateísmo, sobre cristianismo y anticristianismo. ¿En qué basan, muy brevemente si es posible, sus posiciones respectivas (ateo/cristiano)?
    –MLC: Desde mi posición atea, sostengo que detrás de un intelectual que dice encontrar argumentos racionales para ver a Dios en la cosmología hay siempre un individuo apegado irracionalmente a sus prejuicios religiosos, y muy probablemente a creencias en leyendas mundanas como la del Cristo resucitado, que quedan a veces escondidas detrás de la parafernalia erudita del Dios de los filósofos. Mi intención en el libro ha sido mostrar que no hay nada en la cosmología que nos pueda convencer de la existencia de Dios, y que las ideas que realmente alimentan el discurso de mi interlocutor, sus ideas cristianas, son un castillo de naipes que se desploma a nada que uno lo sople.
    –FSG: Yo parto de que hay una serie de datos (como los aludidos en las dos respuestas anteriores) que sugieren que el fundamento de la realidad se parece más a una mente que a una piedra. Ahora bien, con una mente cabe la esperanza de poder establecer algún tipo de relación personal. Esto es lo que da sentido al planteamiento religioso, considerado de manera general. Sin embargo, nos encontramos ante la dificultad que conlleva la multiplicidad de religiones. Pienso que, al llegar a este punto, cada uno tiene que reflexionar por su cuenta, comparando la plausibilidad de las alternativas que llegue a conocer bien. Y, al final, como en todos los temas importantes de la vida, hay que apostar. Desde mi punto de vista, el cristianismo ilumina con claridad todos esos aspectos de la experiencia humana que el materialismo no puede entender, y he apostado por él. La apuesta cristiana puede resumirse en esta frase de San Juan: «Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él».

    La extendida increencia de los científicos

    –¿Qué puede explicar el hecho estadístico de que no todos, pero sí la mayoría, de los científicos actuales tiendan a la increencia más que a la creencia, al materialismo más que al teísmo?
    –MLC: Como dice, no todos. Hay un porcentaje significativo de científicos creyentes, especialmente en áreas más alejadas del empirismo como la matemática o la física puramente teórica donde las ideas pitagóricas se mezclan con cierto misticismo en algunas mentes. Entre los empiristas, astrónomos o biólogos por ejemplo, hay más ateos. ¿Por qué? Probablemente porque las estructuras psicológicas que conllevan los hábitos científicos, acostumbrados a buscar explicaciones causa natural-efecto a todo en vez de milagros, son un reflejo de las ideas materialistas. Sólo se necesita extrapolar esa forma de concebir el mundo diciendo que todo tiene explicación científica y ya tenemos un materialista. No obstante, es complejo el tema, y el hecho de que a lo largo de la historia haya habido muy notables científicos que no han hecho esa extrapolación nos hace entrever que las circunstancias sociales (si a uno lo van a llevar a la hoguera por hereje o no), las circunstancias personales, emotivas, etc. tienen gran influencia. La religión de hecho es un fenómeno psicológico/sociológico. No hay ningún Dios, lo único que hay son personas que necesitan creer en Dios o no, y los científicos también son personas.
    –FSG: Los científicos son, en gran medida, hijos de su tiempo y de su entorno, como el resto de los mortales. Por eso, la mayor o menor proporción de científicos creyentes tiende a reflejar el grado de creencia o increencia del ambiente cultural en el que se han educado. Es un hecho indiscutible que el pensamiento materialista se encuentra actualmente muy extendido entre la población (semi-)culta que nutre las universidades occidentales. Pero, para que no confundamos el efecto con la causa, convendría no perder de vista este otro hecho: Que la mayor parte de los fundadores de la ciencia moderna, no sólo fueron cristianos, sino que fueron personas con un interés por la religión llamativamente superior al de la media de su época (... ¡que no era pequeño!).

    El tono y el fondo

    –¿Ha habido algún punto particularmente interesante y hasta diríase perturbador de los argumentos de sus respectivos contrincantes?
    –FSG: Más que los argumentos en sí, lo que he encontrado muy perturbador ha sido el tono de los mismos, sobre todo en los pasajes relacionados con la crítica al cristianismo. Después de nuestro debate, he leído otros ensayos recientes, de ateos famosos, y me he encontrado un tono similar. Para mí, esta actitud supone un enigma: No consigo entender de dónde procede. Ya he mencionado, en una de las respuestas anteriores, lo que considero la raíz de la controversia entre teísmo y materialismo. Se trata de la cuestión de cómo resulta más adecuado concebir la realidad fundamental: Como mente (teísmo) o como materia (materialismo ateo). A primera vista, podría parecer que nos encontramos ante una discusión filosófica normal, en la que hay indicios que apuntan hacia uno u otro camino, y los contendientes han de sopesarlos mediante el diálogo. Pero el tono de la controversia actual entre teístas y ateos me hace pensar que la opción entre Dios o la materia moviliza fuerzas muy profundas ―y no del todo racionales― en el interior de la persona. En todo caso, se da un tipo de ateo, que no es sólo que crea que Dios no existe, sino que parece sentirse molesto ante la posibilidad de que Dios exista. No quiere que Dios exista. Es una actitud incomprensible para mí.
    –MLC: Soler Gil es un gran maestro de la retórica teísta y se defiende muy bien. Ha habido aciertos en sus defensas o críticas a mi discurso, sí, aunque creo que más bien por matices de formas, del uso de unos vocablos u otros, más que por cuestiones de fondo. Lo más interesante, en mi opinión, no es lo que diga o deje de decir Soler Gil. Lo que más destaco es su valentía y su entereza defendiendo sus creencias. Es siempre interesante escuchar a un pensador que dice lo que piensa y piensa lo que dice, aunque no sea de nuestras ideas. Considero que ha merecido la pena batirse intelectualmente con este bravo filósofo. Y más interesante creo que puede ser para el lector que puede juzgar desde un punto de vista propio el debate.


    EL CATÓLICO
    Francisco José Soler Gil (Caravaca de la Cruz, España, 1969) ha realizado estudios de Física y Filosofía. Es doctor en Filosofía por la Universidad de Bremen (Alemania) y miembro del grupo de investigación de Filosofía de la Física de citada universidad. Publicó Aristóteles en el mundo cuántico (2003) y Dios y las cosmologías modernas (2005, coautor y editor).


    EL ATEO
    Martín López Corredoira (Lugo, España, 1970) se doctoró en Ciencias Físicas y en Filosofía. En la actualidad es investigador en el Instituto de Astrofísica de Canarias (España). Publicó Diálogos entre razón y sentimiento (1997), Somos fragmentos de naturaleza arrastrados por sus leyes (2005) y Against de Tide (2008, ed.). Ha recibido el Premio Platero-2002 de Poesía (Club del Libro en Español, ONU, Ginebra).


    Una versión resumida de esta entrevista fue publicada en Diario Uno de Mendoza.

  11. © Valeria Román
    Publicado en Clarín

    El padre de Charles Darwin se sorprendió al verlo tras su largo viaje. «Si le ha cambiado hasta la forma de la cabeza», dijo el hombre. En un sentido metafórico, el padre estaba en lo cierto. Darwin había mirado una gran variedad de paisajes. Había hallado huesos fósiles de armadillos y otros organismos en la Argentina que ya estaban extinguidos, pero que eran parecidos a los actuales. Y se había asombrado por los canguros en Australia o los pinzones que pudo observar en las islas Galápagos, entre otras experiencias que lo que llevaron a formular la teoría de la evolución. Una teoría postulada hace 150 años y que hoy está más vigente que nunca.
    Este martes [hoy], el mundo estará recordando la presentación de la teoría de Darwin y de Alfred Rusell Wallace, ambos naturalistas ingleses, que llegaron a ideas similares, aunque el primero fue el que tuvo mayor trascendencia. El 1 de julio de 1858, la Sociedad Linneana de Londres sirvió de escenario para la presentación, aunque Darwin no pudo participar porque dos días antes se le había muerto un hijo. Wallace tampoco fue porque estaba de viaje.
    Consultado por Clarín telefónicamente, el prestigioso biólogo Francisco Ayala, de la Universidad de California, en Irvine, y ex presidente de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, reinvidica a Darwin. «Él ya sabía, en 1838, que los organismos provienen de organismos similares a ellos y que la evolución es modelada por el proceso de la selección natural. También sabía que su teoría iba a ser importante. Prefirió seguir acumulando evidencias para defenderla con todo. Recién aceptó darla a conocer en 1858 cuando Wallace le mandó una carta en la que le contaba que había alcanzado una comprobación similar. En ese momento, Darwin se agarró la cabeza».
    Se llegó finalmente a un acuerdo y la teoría en la que Darwin hablaba de «herencia con modificación» fue dada a conocer. Un año más tarde publicó su célebre El origen de las especies. «Durante los 150 años posteriores, se fueron acumulando evidencias de la paleontología, la genética, la biogeografía, la embriología, que hicieron que hoy la teoría sea el eje vertebrador de la biología contemporánea. La teoría de la evolución está más vigente que nunca», destacó Adriana Schnek, bióloga de la UBA y coautora del libro Curtis Biología, de la Editorial Médica Panamericana.
    Darwin siguió trabajando en la teoría por el resto de su vida. «Extendió la revolución copernicana al mundo de los seres vivos», puntualizó Ayala. «Todavía se debate si Darwin ya tenía una hipótesis antes o durante su viaje por el mundo. Se sabe que había leído trabajos que hablaban de los cambios geológicos que ocurrían en la Tierra. Por lo cual, él se preocupó por los cambios en las especies», contó la bióloga.
    Con el tiempo, las evidencias provenientes de distintos campos se combinaron en la llamada Teoría sintética de la evolución. Se sabe que hay varios procesos –además de la selección natural– que explican el cambio evolutivo y que pueden contribuir también para entender el surgimiento de nuevas especies.
    Hoy la teoría de la evolución da el marco fértil –según la bióloga argentina Adriana Schnek– para entender el mundo: desde la extinción de las especies hasta la resistencia de las bacterias a los antibióticos, pasando por las tretas del virus del sida, la manipulación genética de la soja, o hasta el test de ADN para identificar y encontrar a un asesino.


    Evolución es sinónimo de cambio y los seres vivos cambian a través del tiempo

    © Luis Cappozzo

    La suave melodía de Chambao, el conjunto de música flamenca electrónica, susurra «evolución, evolución, en el cambio esta la evolución». Evolución es sinónimo de cambio. Representa una idea unificadora en biología: los seres vivos cambian a través del tiempo. El origen de la vida fue hace aproximadamente 4.000 millones de años.
    Durante 2.000 millones de años, nuestro planeta solo estuvo habitado por bacterias. Luego, se puede afirmar, que explotó la diversidad biológica. Insectos gigantescos, dinosaurios, monstruos marinos de leyendas y extrañas criaturas que ya no existen y dejaron su huella en las rocas fósiles (prueba irrefutable de su existencia pasada). Hoy, según estimaciones mundiales, conviven con nosotros cerca de 20 millones de especies distintas, de las que solo conocen apenas un 10 por ciento. El cambio es continuo, opera en las unidades de información genética (genes), ocurre al azar y no está dirigido.
    El mecanismo principal fue propuesto ante sus pares científicos por Charles Darwin hace 150 años, y lo llamó selección natural. Este concepto significa que los más exitosos serán los mejor adaptados al tiempo y lugar que les toca vivir. Es un error considerar al concepto de supervivencia del más fuerte, lo correcto –en términos biológicos– es hablar del mejor adaptado.
    No existen especies más evolucionadas que otras. Solo existen especies bien adaptadas, sino se extinguen. El hombre es, por consiguiente, una especie más en este enorme tapiz de biodiversidad, que por azar resultó estar bien adaptado –hace poco más de dos millones de años– para andar sobre sus dos piernas y desarrollar su cerebro.
    La evolución sigue su curso, impredecible, y a pesar de la manipulación genética de la que somos capaces. Charles Darwin tenía razón.