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  1. Turangalîla

    viernes, septiembre 23, 2005

    © Fernando G. Toledo

    Ha sucedido. Sucedió. Está sucediendo. Pido reservas, nada de aplausos: he descubierto el Gran Secreto.

    Fue casual, como lo ha sido más de una vez (caso fuego, caso carne cocida). Ya lo sé, he descubierto, cómo se vuelve el tiempo atrás.

    Ha sido fascinante, es cierto. De un día para el otro (no sé cuál a esta altura, después de tantas idas y vueltas), de la noche a la mañana, me vi borboteante de espontaneidades. Por primera vez experimenté el placer de no decidir ante mi próxima acción. Sencillamente lo hice.

    Esto evita dolores de cabeza, emociones violentas, psicopatías de diversa índole: así, con el secreto dilucidado, ya el destino es apenas un manojo de borradores. La cosa quita peso específico a los momentos felices y a las sorpresas, es verdad. Pero creo es preferible eso a las monstruosas incertidumbres. Supongo que me pasa como a todos: odio cometer errores.

    Conseguir el detenimiento y posterior rebobinado del tiempo es un juego de niños. Por lo sencillo y no por lo inocente, se entiende.

    Se principia atiborrando la habitación con hielo. Arriba, abajo y en las cuatro paredes, hielo. El frío hace lo suyo en cuestión de segundos: acorrala a las horas desnudas contra sus plateados miembros, las empapa. Creo que es el miedo quien realiza el grueso de la labor. El tiempo, congelado y detenido, adopta la posición de Estatua del Tiempo.

    Esa es, en realidad, la etapa compleja. A la hora de empezar la vuelta atrás, basta con un solo pensamiento, pensado con convicción y buena gana. Para ser más precisos: se trata de un recuerdo. Hay que cerrar los ojos y poner delante de ellos, como proyectado, el momento en que dejamos de creer en Dios. Y ubicarse justo ahí, cómodamente.

    Basta de secretos: frío y duda, dos elementos contra el Viejo Infalible.

    Y ahora que lo saben, hermanos contemporáneos, pueden ir en paz. A retroceder el tiempo, que se acaba el mundo.


    De Poemas en prosa (1997, inédito)
    “Turangalîla” es una expresión en sánscrito que significa “el juego del tiempo que fluye” (“turanga” en realidad significa “el tiempo que corre como un caballo al galope” o “el tiempo que fluye como la arena en un reloj”; “lîla” significa “juego”, pero en el sentido de “jugar por vida o muerte”).

  2. 26 comentarios:

    1. Fernando. ¿No sería más fácil meterte adentro de un freezer y colgar en la puerta un cartelito de "no molestar"? O hacer la del aventurero glamoroso y quedarte dormido en el cuello del Aconcagua. Ese método del hielo no creo que funcione: primero te vas a morir de frío y después te vas a morir completo. ¿Es necesario tanto despliegue para averiguar por qué dios no funciona? ¿Vos creías y en algún momento dejaste de creer? Mirá vos. Creía que siempre habías sido inteligente. Para detener el tiempo el mejor método comienza con prender un faso de marihuana seguido de una buena conversación.

      PS. Este texto en sí, parte de Poemas en prosa, no me gusta.

    2. PATRI:
      Acierto 1: la emisión de un juicio de valor ("me gusta"-"no me gusta"). Me sirve para conocer opiniones y sabés que respeto la tuya. Es una lástima que no te guste el texto pero ayuda saberlo. Gracias.
      Error 1: Creerme inteligente. No antes, ni siempre: nunca.
      Error 2: Creer que el texto es una declaración de principios (en primera persona del que escribe y no en primera persona del personaje imaginado en el texto). Supuse que tus frondosas lecturas te habían enseñado que, cuando te señalan el sol, no están pidiéndote que mirés el dedo.
      Error 2.1: Por ende, suponer que el que escribe (no el personaje del poema) ha "creído" o "dejado de creer" a partir de la lectura del poema.
      Error 2.2: Entender, por más que el autor quiera expresar una idea a través de sus personajes, que los personajes correspondan además de con una idea del autor, con todas las ideas del autor.
      Error 3: Proponer un argumento alternativo que, en realidad, es una pequeña variación intrascendente del argumento original ("atiborrar la habitación de hielo"-"meterse en un freezer"-"dormir en el Aconcagua"). La simpleza de la variación propuesta quita peso poético, en opinión del autor, al texto todo (lo cual es contraproducente sobre todo si el peso poético conseguido puede ser, quizá como aquí -ver Acierto 1-, bastante leve).
      Error 3.1: Proponer una variación de índole realista (en versión alucinógena, es cierto) para un argumento de fantasía, pero no aportar verosimilitud a la premisa original. Ej: Que el tiempo pueda ser "detenido" objetivamente es imposible mediante el "congelamiento de las horas" (una propuesta fantástica), pero también mediante la ingesta de sustancias (una propuesta realista). Sé que no soy Borges, pero en esta línea a él le habrías sugerido en lugar de un Aleph, una pastilla de LSD.
      Error 4: Suponer que el poema propone una demostración de "que Dios no funciona". No digo que no sea lícita la lectura, digo que no estaba en la propuesta original y dudo que lo esté en el texto final.
      Acierto 2: Tomar el riesgo de opinar con pasión. Es por una de las cosas que respeto tus opiniones (ver Acierto 1).

    3. Debo confesar que me aburrieron un poco los dimes y diretes entre los aciertos y errores del texto. Allá ellos. Un texto (me niego a llamarle poema en prosa, me suena a peras con naranjas) que pretende ir más allá de lo estético y se me mete como un virus por los ojos y comienza a afiebrarme el cerebro con ideas que tenía dormidas o no tenía, merece todo mi respeto y por qué no mi admiración. Y en cuanto a atiborrar una habitación con bloques de hielo (o bolsas de tanquito), ya es una pérdida de tiempo hasta hacerlo detener. Como cuando se le busca verosimilitud a la literatura.

    4. Fer, mi querido. Ok con los aciertos, errores y suberrores. ¿Qué creés que tomó Borges para encontar el aleph? Porque, entre nos, es un cuento más bien psicodélico que fantástico.

      Hernán, estimado. ¿En qué quedamos? ¿Peras con naranjas? ¿Más allá de lo estético o más cerca de un virus? ¿Admiración o pérdida de tiempo? ¿Verosimilitud o literatura?

      Sendos besos.

    5. QUEBRANTAPÁJAROS: Más allá de la nomenclatura, importa bastante en este caso la intención. Sucede como con los poemas de verso libre, que para muchos podrían directamente ser una prosa: la intención poética obliga al autor a expresar lo suyo en versos, y no le resulta lo mismo hacerlo en prosa. En este caso, es al revés: a partir de una intención prosística, inocular (en la medida de las posibilidades de quien escribe) algo de poesía. En mi caso, como sabrás, me cuesta bastante poner humor en mi poesía y la solución, a partir de la postura previa, fue la escritura de poemas en prosa. La utopía era en mi caso arribar a lo que hizo Girondo en "Espantapájaros". Quería poesía y humor, el humor que le falta a éstas, mis aburridas respuestas.

      PATRI: "El Aleph" no tiene de la psicodelia más que la predicada "visión ampliada de la realidad", pero es a partir de un orden casi matemático (no sólo en el argumento, sino en el trazado del cuento), elemento del que adolece, creo, la alucinación psicodélica. Si la psicodelia es, en cierto modo, caos, "El Aleph" es (Juarroz dixit) un "caos lúcido".

    6. Rubén Valle dijo...

      Fer no conocía tus poemas en prosa por lo que este aperitivo es una buena puerta. Y ya que apareció El Aleph en escena, te cuento que lo estoy leyendo y juro que, sobre todo en el cuento Los teólogos, me acordé de tu reputado blog. Te dejo porque en la web el tiempo es turanga.

    7. Fernando, dear. "Estado de percepción acrecentada", caos lúcido, poesía. Con o sin aleph, lsd, vino, porro, insomnio, culpa, hambre, pesadilla, sed vieja, hiperventilación, abstinencia sexual, aspirinas, litros de café. Ponele el nombre que quieras. "El universo cabe en un número". O en una sola palabra con un cuento detrás.
      Acerca de la idea de "caos lúcido": antes de Juarroz la escribieron (idem o casi) y describieron Cortázar, Pizarnik, Miller, Platt, O´Neill, Joyce, Wolf, Baudelaire, Poe, Lovecraft, Lautreaumont, Voltaire, Sade, Moliere, Shakespeare, Cervantes, etcétera. "Caos lúcido" es el oxímoron más antiguo y constante de la literatura. Acaso porque no hay otra manera de describir el acto, el proceso de escritura.

      Y además. ¿Qué es toda esa explicación absurda de autor, escritor, personaje, persona, primera voz, segunda voz, intenciones, argumentos? El fragmento, escriba quien lo escriba, no trasciende. Ni chicha ni limonada. Si te interesa mi opinión, más allá de la defensa a tontas y a locas que has hecho de tu texto, la seguimos en privado.

    8. Anónimo dijo...

      RUBÉN: Qué bueno verte por estos lares, con firma en el libro de visitas y todo. Espero tu retorno. Una consulta, acerca de este blog: ¿quisiste decir reputado o repu qué?

      PATRI: No estoy defendiendo el texto, sino a su autor. Sucede que es común confundir a uno con el otro. Sé que vos no jugás ese juego, pero es lícito hablar a través de un personaje, y no estar de acuerdo con él, sea en prosa, poesía o prensa. Para probarte cuán posible es hablar a través de un personaje en un texto, aunque no se esté íntegramente de acuerdo con él, he ahí mi poema en prosa (te guste o no). Para probarte lo fácil que es confundirse, he ahí tu error (te guste o no).
      Con respecto al caos lúcido, me permito dudar por una mera acronía que Pizarnik haya hablado de él antes que Juarroz. Te dejo la duda y después me decís, yo revisaré por mi parte sólo para no dar ejemplos equivocados.

    9. Anónimo dijo...

      ¿El hielo es válido para apresar el momento justo en que empezamos a creer en Dios o hay que pensar en otro elemento?

    10. Anónimo dijo...

      PAULA: Según nos dice el poemita, el hielo sirve para detener las horas y el recuerdo de cuando dejamos de creer en Dios nos sirve para manejar las horas a nuestro antojo.

    11. Anónimo dijo...

      Admiro las ganas de pensar que todavía traman el universo.
      Admiro el entusiasmo para el debate.
      Quisiera ser agnóstica de las discusiones y atea de las divergencias. Algún día lo logre.

    12. Fernando. Aprendiz de brujo, calentá el hielo a ver si te pasa (parafraseo a un amigo poeta). Y de paso quemá ese textito nerd.

    13. LA VIGA: Gracias por tu visita y por los elogios. En cuanto al horizonte de tu deseo, no veo que esté tan lejano, y no sé si a partir de ahora no estás discutiendo desde una perspectiva atea.

      PATRI: Repaso el texto y no sólo me parece bastante bueno (claro que sólo puede ser parcial) para un pibe de 22 añitos como fue aquel yo que lo escribió, sino que descubro que aunque derrita el hielo lo que no se puede derretir es la duda. Claro que es todo opinable: si opinás que merece un destino de hoguera (aunque eso tenga reminiscencias inquisitorias), te ofrezco que seás vos la que encienda el fuego.

    14. Anónimo dijo...

      Fernando, el texto está muy bueno, tiene un tufillo borgeano -es imposible leerlo sin pensar en "El Aleph"- La imagen del cuarto de hielo, sin embargo, me gusta más que el escaloncito que sorprendió a Carlos Argentino Daneri. Las percepciones visuales que tuve fueron más ricas, al estilo de las imaginadas por Bioy. No lo quemés, guardalo o mandámelo; vos sabés que yo tengo unas cuantas cosas que, hoy por hoy, te gustaría quemar.

    15. Patricia y Fernando: ya lo dijo Cerati en sus épocas mozas "la confusión es una predilección humana".

    16. Fer, tomá el sutil consejo de Paula: dale el texto. Y el día que se te ocurra hacer un poco de autocrítica ya tenés los textos en un solo lugar.

    17. PAULA: Me acuerdo muy bien de esas cosas que supe mostrate en papeles ajados, y también de aquellas de cuando jugábamos a ser Babel. De eso no me avergüenzo, pero prefiero que se sigan alimentando de sombra. Gracias.
      QUEBRANTAPÁJAROS: La humanidad es mi confusión predilecta. Gracias.
      PATRI: El texto viene con autocrítica incluida. Por eso se publica. Es que la autocrítica a mí no "se me ocurre", sino que es parte del método. A lo mejor eso te suena raro, desconocido (no sé si sabés del asunto).
      De los textos que habla Paula son de los que nadie vería. Pero porque este texto, “Turangalîla”, me parece digno, es que está a la vista de todos. Tengo otros mejores, incluso de los que pueden gustarte. Gracias.

    18. Anónimo dijo...

      Fernando, todos los textos que tengo tuyos guardados en una bolsa son valiosos. Fue el aprendizaje. Yo, que soy una visionaria, desde el vamos ví el poeta que hoy sos. Espero de corazón que un día te entreguen el premio Nobel -o el Cervantes o el que ganó Gelman, tampoco vamos a exagerar- y yo obtenga algún rédito económico. Sabés que esto último no es cierto, lo verdadero es el valor afectivo que encierra cada uno de esos papelitos arrugados: los primeros años de facultad, los viajes en micro, las eternas visitas a las librerías y esa escritura a cuatro manos tan "redonditos de ricota": simple, obvia -por entonces críptica- pero efectiva. En octosílabos, hubieran sido canciones muy potentes.
      Y descuida, esos textos se seguirán alimentando en una frondosa y fresca sombra, conservando sus valores, quizás más afectivos que literarios y, por eso mismo, imprescindibles.

    19. Fernando. Si no te quisiera tanto te mataría. Me hago cargo de la parte que me toca por haber apacentado tu pantagruélico narcisismo rumiante. Como compartimos este pequeño detalle (habrá algunos que le llamen defecto) de nuestras personalidades, está bien. Que Paula guarde tus textos olvidables y sentimentales. La amistad es la amistad. Che, antes del próximo Vendimia, ¿nos juntamos con Hernán, Cecilia, Paula and yo a tomar sprite y vino? Y hago una declaración formal: soy capaz de ir hasta San Martín para la re-unión (pero me quedo a dormir con Almudena, la grande). Te adoro, tonto (sí, por contradicciones como esta es que voy al psicólogo una vez por semana).

    20. Patricia: me encantaría hacer la juntada. Lo que sí me pareció muy sugestiva es la fecha "Antes del próximo Vendimia", jaja. ¡Ay de mí y de los poetas mendocinos!

      Te espero y te abrazo.

    21. PAULA: Yo también recuerdo con cariño esas tardes de lobo sueltos y corderos atados, de estudios de psicología y de una frase que se asfixia con justicia en esa bolsa de la que hablás: "Dame la moneda del okey".
      PATRI: El Narciso que yo tengo se asusta de su reflejo y se arrodilla a beber su propia imagen para tragarse su propio veneno. Un beso y vénganse para San Martín, no más, que todos tendremos algún poema exacto para que al otro no le guste.
      QUEBRANTAPÁJAROS: Juntémonos mejor después del Vendimia, así todos estamos de acuerdo.

    22. Anónimo dijo...

      "Bajás la rutina del ascensor y en el suelo de todos te das cuenta que sos el único culpable" (Un recuerdo para ese ex del piso 6 que hizo aún más pesadas esas tardes del... ¿verano del´92?)
      Me parece bien juntarnos para la época de las uvas maduras, yo no tengo poemas para llevar pero sí una buena memoria para guardar los de ustedes. En esto, ¿nos damos la moneda del ok?

    23. Anónimo dijo...

      Definitivamente, verano del '93-'94.

    24. Anónimo dijo...

      PAULA: Me parece que no. Que el verano referido era el ’92-’93 (¿te acordás que estábamos en una pizzería, vos, S., R. y yo, y pasó la caravana por el campeonato de Boca, primera etapa Tabárez?). Entonces, eso era el ’92. Ah: y el poema aquél es de los que daba por perdidos, y eso era su merecido.

    25. Si hablamos de Bocampeón del Apertura, fue en diciembre del '92. Un domingo, por supuesto. Me acuerdo que lo escuché por radio y después me morí de la vergüenza al ver por tele cómo Benetti pasaba ante los comprados defensores de Atlético Tucumán como Maradona ante los ingleses. Perdón, me copé. Fue la primera vez que lo vi campeón a Boca.

    26. QUEBRANTAPÁJAROS: Benetti pasó entre los defensores (no tanto, pateó desde fuera del área)y después pasó al olvido. Quizá era justo. Pero quién nos quita lo bailado. Ahora bien, ¿no te acordás del campeonato del ’81, con Maradona? ¿Y los que vinieron después, en la era Bianchi? En fin: hay veces en que te dan ganas de atiborrar la habitación de hielo y detener el tiempo. Aunque ahora no nos está yendo tan mal...