En 1989, cuatro años después de dar a conocer su ineludible ensayo El animal divino, el filósofo español Gustavo Bueno publicaba otro libro donde se explayaba en su teoría materialista de la religión. En Cuestiones cuodlibetales sobre Dios y la religión, el pensador profundiza algunas de las tesis ofrecidas en el volumen de 1985 pero, además, ofrece un repaso por su propia «experiencia religiosa» y reflexiona sobre, entre otros, temas como el llamado «Dios de los filósofos», el nihilismo religioso y la teología de la liberación.
Las Cuestiones cuodlibetales…, editadas por Mondadori, eran prácticamente inhallables en las librerías de habla hispana. La Fundación Gustavo Bueno acaba de solucionar este problema con la edición digital, en formato PDF, de esta obra fundamental para el análisis filosófico de esos temas que interesan puntualmente a esta página. Es también un buen aperitivo para acompañar la publicación de una nueva obra de Bueno sobre estas cuestiones: La fe del ateo.
A continuación, un fragmento del capítulo 1.
¿Por qué quienes son ateos y tampoco son religiosos pueden interesarse por Dios y por la religión?
© Gustavo BuenoSupongamos probado este hecho: que existen, al menos en el mundo de las apariencias, muchos ateos (que se tienen y son tenidos por tales), así como también muchos hombres no religiosos (que se tienen y son tenidos por tales: «impíos», no practicantes, a veces llamados «duros de corazón» o, con terminología más conductista, «anticlericales») que, sin embargo, se interesan vivamente por Dios y por la religión. Hay que precisar algo más, sin embargo, para que este hecho adquiera el significado de un hecho problemático, incluso paradójico, de un «hecho» capaz de suscitar una cuestión general, de naturaleza filosófica como la que se expresa en nuestro enunciado titular. En efecto, el interés al cual nuestro enunciado se refiere, en cuanto tiene que ver, desde luego, con una categoría psicológica, es algo abstracto y confuso, porque ese interés tanto puede estar determinado (suscitado, motivado) por causas oblicuas o accidentales a lo «propiamente concerniente» a Dios y a la religión, como puede estar determinado por causas adecuadas, esenciales o directas («internas») a Dios o a la religión. También, simultáneamente, por causas o motivos oblicuos o internos confluyentes en un mismo sujeto o en un grupo de sujetos.
Es evidente que un historiador de la música, aunque sea ateo o impío (es decir, se tenga o sea tenido por tal) tendrá que interesarse por Dios y por la religión, aunque no sea más que porque «Deus» es una palabra que aparece como soporte vocal de innumerables arias o coros de las misas católicas o luteranas y porque estas misas fueron originariamente compuestas para los servicios religiosos. Se comprende también que un fabricante de cirios pascuales, o un editor de devocionarios o un cosechero de uvas con destino a vino de misa, hayan de estar también vivamente interesados (si es que viven de su negocio) en los asuntos teológicos y religiosos, aunque sean ateos o impíos, lo que no les impedirá procurar obtener la mayor perfección y el mejor acabado posible de sus productos (cirios, devocionarios, vino de misa). Y puede incluso darse eventualmente el caso de que logren alcanzar sus objetivos más satisfactoriamente que otros fabricantes, editores o cosecheros cuyo afán teológico o fervor religioso les haga descuidar, como si fueran minucias, ciertos detalles técnicos significativos.
Cuando nos referimos al interés por Dios o por la religión, lo hacemos sobreentendiendo a los intereses internos. Hablamos del interés por Dios o por la religión refiriéndonos a sus mismos contenidos semánticos propios o internos, y no a las determinaciones oblicuas que ellos pueden implicar. La cuestión titular ha de sobreentenderse aquí, por tanto, planteada en estos términos: ¿por qué quienes son ateos y tampoco son religiosos pueden interesarse adecuadamente (internamente) por Dios y por la religión?
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Diderot: la paradoja del comediante. A veces me pregunto si hay algo en Bueno que no sea plagio encubierto.
IL PARRA:
Tante grazie. Saludos.
IRICHC:
Si y sólo si vale de algo, ¿podrías explicarte?
Siempre que leo a Bueno, y admito que no leo a ese señor casi nunca, tengo la sensación de estar revisitando ideas viejas que han sido rebautizadas y pervertidas por algún propósito "ad hoc" conceptualmente burdo o directamente extrafilosófico. Es como dialogar con el monstruo de Frankenstein en continuo éxtasis de críptico pavoneo.
La paradoja del comediante pretende contradecir al aforismo clásico que rezaba algo parecido a esto: "para que yo lo sienta, tienes que haberlo sentido tú antes". El nuevo criterio diderotiano disuelve el sentimiento en sus manifestaciones externas, semejantemente a cómo la cibernética entiende la inteligencia artificial, desprovista de personalidad.
En la misma dirección, Bueno da a entender que la fe no es más que aquello que entendemos de Dios, y lo que no entendemos no es nada. Éste podría parecer un punto de vista revolucionario, pero fue el que le costó al genial Pedro Abelardo un enfrentamiento sonado con el mayor místico de la Edad Media.
En fin, fuegos de artificio.
IRICHC:
En primer lugar, no parece que tuvieras en claro qué es plagio y qué otra es formar un sistema filosófico. El primero es copia burda que quiere pasar por creación original. La otra presupone otros sistemas anteriores a los que se ignora, se niega o, en oto caso, se reexpone desde las propias coordenadas. Con tu deficiente utilización del término plagio podríamos decir que Tomás de Aquno plagió a Aristóteles o que Leibniz plagió a Tomás de Aquino.
Por otra parte, no sé de dónde se siga esto que decís que hace Bueno con respecto al término "fe", ni siquiera estoy seguro que con tu reexposición (supuestamente "aclaratoria"), hayás aclarado algo. ¿Te sirve este fragmento, que he pegado como artículo y ni siquiera alcanza a completar la introducción, para sacar esas conclusiones? ¿Por qué habría de acometerse una tarea así de irresponsable? Tu supuesta conclusión no parece otra cosa que la cristalización de todo tu prejuicio con respecto a lo que G. Bueno diga, prejuicio por otra parte que parte a su vez de un prejuicio (dado que casi nunca has leído a Bueno a pesar de que ensayás no una sino por lo menos dos críticas en tu bitácora a su "filosofofía").
Irónicamente, entonces, no sé si hay otra imagen que ilustre mejor tu procedimiento que la que cierra tu postrer comentarios: "fuegos de artificio". De pólvora mojada, agregaría.
Acá reaparezco desde Madrid (me hallo realizando un curso de Exploración de hidrocarburos) para saludar(l)os. Les mando un abrazo y prometo no desaparecer durante tanto tiempo.
Bastó para que escribiese algo que quedó cerrado la cadena de posteo en este artículo. Saludos otra vez. Me inscribí en el Concilio Ateo de Toledo.
El concilio se celebrará al final en el Circulo de Arte.
El entorno es mucho mejor, se trata de una antigua iglesia mudéjar muy bonita, por lo que es un marco muy apropiado. Además, el uso actual es uno sumamente adecuado, pues se usa como bar de copas con notable éxito. Yo siempre voy ahí cuando voy a Toledo, la verdad, me encanta tomarme unas copas en una bonita iglesia, ese destino deberían tener muchas más, sino todas.
Un video de presentación y un boletín de la FIdA
http://ateosis.blogspot.com/2007/10/i-concilio-ateo_23.html
http://www.federacionatea.org/documentos/boletines/veto/
Alberto, no se si me acercaré algún dia. ¿Me puedes pasar el email? A la dirección fernando.cuartero@uclm.es
hola, acabo de conocer tu blog y me ha interesado mucho el contenido que mantienes en el.Yo fui criado en un ambiente catolico sin embargo devido a la capacidad que como humano me lleva a la duda me mantengo fuera del circulo de las misas dentro de la piedra y la madera.siendo asi creo que soy un no religioso y ¿por que me intereso por dios?
yo respondo que es por que tengo mi propia ideologia de un dios, que seria mi propio dios y que sin embargo se que es el mismo dios de todos(o me gustaria que lo fuera llevandome a caer en la cuenta de querer una nueva religion) escondido con mascaras que no me permiten disfrutar de la idea que tengo acerca de su perfeccion o su existencia.
me intereso en dios devido a sus apariciones en todo tipo de ambiente ya sea religioso o no, fisico o mental,urbano o natural...
siendo esto lo que me lleva a una busqueda por la verdad que no seria total pero que si me converte en un a oveja que no esta descarreada si no que busca a un pastor que no se lo quiera comer.
en fin, un gusto es haber encontrado este lugar.saludos
Irich=dani de vito escribió:"Siempre que leo a Bueno, y admito que no leo a ese señor casi nunca, tengo la sensación de estar revisitando ideas viejas que han sido rebautizadas y pervertidas por algún propósito "ad hoc" conceptualmente burdo o directamente extrafilosófico. Es como dialogar con el monstruo de Frankenstein en continuo éxtasis de críptico pavoneo. "
¡vaya! ¡debe ser muy hacedor criticar a alguien a quién casi nunca lees, macho!. Tú pseudocrítica me recuerda las presuntas criticas que le hacias a Pepe Rodriguez a propósito de su libro sobre la vida sexual de los curas; añadiendo a renglón seguido que nunca leerías sus libros sobre el metesaca curil de los sotanas largas (sic). ¡vaya crítico literario nos saliste, payo!
¡qué riguroso sois, discípulo del racionalista Leibniz!;-).
Por cierto, si te tomaras la molestia insufrible de leer los buenos libros de Bueno te darías cuenta que Bueno no plagia nada, ya que en sus libros abundan las notas al pie con referencias a otros autores y libros; y hasta Bueno tiene la humildad de decirnos que su peculiar teoría de los 3 géneros de materialidad no es para nada original sino que se inspira en la tradición filosófica más venerable (Platón, Spinoza, Carnap, Popper, Simmel, etc.). Y si no me crees pues lee sus ensayos materialistas...ahhh se me olvidaba ¡tú no lees!¡tú nunca lees!. Con razón lo que escribes es para suspenso en las facultades de filosofía ;-)