© Fernando Savater
Mala racha llevamos con las reacciones suscitadas por el conflicto de intolerancia frente a permisividad suscitado por las caricaturas mahometanas publicadas en un periódico danés. Nuestros mentores ideológicos estaban un poco adormilados y el estruendo feroz que les ha despertado ha sido tan súbito que no les ha dado tiempo a despejarse. Jean Daniel nos informaba en estas mismas páginas de que él acepta la blasfemia siempre que vaya acompañada de buen gusto y dignidad artística: es de los que sólo disfrutan los strip-teases cuando se realizan con música de Mozart, que para eso estamos en su aniversario. Sami Naïr se empeña en que se trata de una provocación de la extrema derecha, explicación que padece el doble defecto de que no viene a cuento (¿acaso debe carecer de libertad de expresión la extrema derecha?) y de que es falsa (mejor informado, el corresponsal de El País, Antonio Caño, aclara (6 de febrero de 2006) que el Jyllands-Posten es "una publicación de centro derecha, seria y respetada"). El presidente Zapatero, junto con el premier turco Erdogan, comunican al universo su reprobación de las insultantes caricaturas (por cierto, ¿oiremos a nuestro mandatario comentar la excarcelación dentro de unos meses del serial killer Henri Parot diciendo que "puede ser perfectamente legal, pero no es indiferente, y debe ser rechazada desde el punto de vista moral y político"?). El flamante premio Cervantes Sergio Pitol opina que los insultos a Mahoma son enormemente irreverentes y agresivos, lo que me recuerda que John Le Carré consideró la fetua contra Salman Rushdie como consecuencia de la arrogancia irresponsable del escritor (cuando conozco los dictámenes de ciertos escritores comprometidos sobre problemas concretos, me hago partidario del arte por el arte). Por supuesto, diversos teólogos, algún cardenal y algún gran rabino, han hecho oír su solidaridad gremial con los piadosos y feroces ofendidos: todas las iglesias conservan cierta envidiosa nostalgia de las fes que aún tienen fanáticos como cuerpo de guardia, porque sólo se resignan a inspirar respeto cuando ya no pueden inspirar miedo... ¡ah, los buenos tiempos! Etc., etc...
Desde luego, también hemos escuchado a muchos defender con vehemencia la sacrosanta libertad de expresión. Y hablar de que no debe utilizarse para faltar al respeto debido al prójimo. ¿Por qué lo llaman respeto cuando quieren decir miedo? Uno respeta mucho más a otro cuando le hace bromas o críticas, incluso de mal gusto, porque le considera un ser civilizado que no va a asesinarle por ello... que cuando guarda pío silencio y baja los ojos ante quien considera un loco furioso, capaz de partirle la cabeza a hachazos. Pero tampoco tengo claro dónde está la falta de respeto de esas caricaturas. Ya sé -me lo dijo Cioran- que todas las religiones son cruzadas contra el sentido del humor, pero me niego a creer que mil quinientos millones de musulmanes tengan forzosamente que sentirse ofendidos por ellas: sería tomarles a todos por imbéciles, lo que me parece sumamente injusto. Si yo fuera musulmán, hipótesis ahora improbable pero nunca se sabe, consideraría el dibujo de Mahoma con una bomba escondida en el turbante como una sátira contra quienes utilizan bárbaramente su doctrina para justificar atentados de inspiración política. Y me preguntaría, como hizo el semanario jordano Shihane, "qué perjudica más al Islam, esas caricaturas o bien un secuestrador que degüella a su víctima ante las cámaras". Desgraciadamente no tendremos ya respuesta ni debate, porque el semanario fue de inmediato cerrado y su director despedido. Sin embargo, como escribe en Charlie-Hebdo Tewfik Allal, portavoz de la asociación del Manifiesto de las Libertades (creada en 2004 por franceses de cultura musulmana), "hay ciertamente mucha gente que piensa lo mismo en tierras del Islam, pero no tienen derecho a decirlo: es a ellos a quienes falta más gravemente la libertad de expresión". Quizá esas caricaturas no ofenden ni a todos los musulmanes ni a quienes viviendo en teocracias no comparten esa religión pero tienen que disimular: al contrario, quizá expresan el más secreto y sincero pensamiento de tantos que están hoy reprimiendo por temor sus ganas de desahogarse intestinalmente sobre los mahomas de pacotilla que les oprimen...
Pero lo que me extraña, lo que no he leído ni oído a nadie aunque esté implícito en bastantes comentarios, es que lo amenazado en nuestras democracias no es sólo ni a mi juicio principalmente la libertad de expresión. No, lo que nos estamos jugando es precisamente la libertad religiosa. Y ello por una doble vía. En primer lugar, porque la libertad religiosa en los países democráticos se basa en el principio de que la religión es un derecho de cada cual pero no un deber de los demás ciudadanos ni de la sociedad en su conjunto. Cada cual puede creer y venerar a su modo, pero sin pretender que ello obligue a nadie más. Tal como ha explicado bien José Antonio Marina en su reciente Por qué soy cristiano, cada uno puede cultivar su "verdad privada" religiosa pero estando dispuesto llegado el caso a ceder ante la "verdad pública" científica o legal que debemos compartir. La religión es algo íntimo que puede expresarse públicamente pero a título privado: y como todo lo que aparece en el espacio público, se arriesga a críticas, apostillas y también a irreverencias. Hay quien se muestra muy cortés con todos los credos y quien se carcajea al paso de las procesiones: cuestión de carácter, cosas del pluralismo.
En segundo lugar, hay personas cuya convicción en el terreno religioso no es una fe en algo sobrenatural, sino un naturalismo racionalista que denuncia como nefastas para la humanidad las supersticiones y las leyendas convertidas en dogmas. Tienen derecho a practicar su vocación religiosa como los demás y son tan piadosos como cualquiera... a su modo. Voltaire o Freud son parte de nuestra historia de la religión ni más ni menos que Tomás de Aquino. Con el valor añadido de que sus creencias racionalistas han colaborado con el fundamento de la democracia moderna, la ciencia y el desarrollo de los derechos humanos en mucha mayor medida que los artículos de fe de cualquier otra iglesia. Las algaradas multitudinarias en las teocracias islámicas están prefabricadas sin duda por sus dirigentes, como las manifestaciones por un Gibraltar español que organizaba cada cierto tiempo el régimen de Franco. Pero lo que pretende el imán Abú Labán en Dinamarca, o los feligreses de la mezquita de Regent Park londinense, que se manifiestan con pancartas en las que se lee "Prepararos para un verdadero holocausto" o "Liberalism go to hell!", es acabar con la libertad religiosa de las democracias y sustituirla por una especie de-politeocratismo en el que deberán ser "respetados" (léase temidos) los integristas intocables de cada una de las doctrinas y no tendrán sitio los que se oponen por cuestión de honradez intelectual a todas ellas. Es algo de lo que no faltan signos inquietantes también en las reclamaciones intransigentes de otras confesiones.
Quienes hemos tenido que convivir con fanáticos de tendencias criminales (valga el pleonasmo) nacionalistas, sabemos por experiencia que no hay peor política que darles la razón a medias. Por supuesto, ello no es óbice para que no deba recomendarse la prudencia y la delicadeza en las relaciones con los demás: no es recomendable zaherir a los vecinos, ni reírse del peluquín del jefe si se le va a pedir aumento de sueldo. Para los casos litigiosos están las leyes y los tribunales, a los que puede acudirse cuando alguien considera que el ultraje sufrido va más allá de lo tolerable. Pero por lo general nada es más imprudente que seguir las atemorizadas reglas de una prudencia meramente temblorosa. De modo que, mientras me dejen, me atengo mejor al credo propuesto por el ex situacionista Raoul Vaneigem: "Nada es sagrado. Todo el mundo tiene derecho a criticar, a burlarse, a ridiculizar todas las religiones, todas las ideologías, todos los sistemas conceptuales, todos los pensamientos. Tenemos derecho a poner a parir a todos los dioses, mesías, profetas, papas, popes, rabinos, imanes, bonzos, pastores, gurús, así como a los jefes de Estado, los reyes, los caudillos de todo tipo...". Amén.
Publicado el 11-2-2006 en El País de Madrid.
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Fanáticos sin fronteras
lunes, marzo 06, 2006
Publicadas por Fernando G. Toledo a la/s 3:07 p.m. | |
Viene hoy en La Vanguardia (véase también en Swiss info) la noticia de que un portavoz del Gobierno iraní ha declarado que somos unos intolerantes los occidentales por andar criticando las declaraciones de su presidente, Mahmud Ahmadineyad, en las que cuestiona la verdad del holocausto y lo califica como mito.
Hasta ahí, normal, pues no va a decir el portavoz de un gobierno que es una chorrada lo que ha dicho su presidente. No hay portavoces tan osados en gobierno ninguno. Pero seguimos leyendo y se nos impone una conclusión tremenda: estos iraníes, guardianes de la revolución de los ayatollahs, a los que considerábamos retrógrados y cerriles, acaban por ser la quintaesencia de nuestra posmodernidad, los que están más a la última y mejor encajan con las tesis y doctrinas que hacen furor en nuestras occidentalísimas universidades, comenzando por los campus yankees.
En efecto, sigamos leyendo y veamos. Dice el susodicho portavoz gubernamental, cuyo nombre reza Hamid Reza Asefi, que “lo que el presidente dijo es una cuestión de debate académico” y que los occidentales “deberían aprender a escuchar diferentes puntos de vista”. Muy bueno, Flánagan, lo de los diferentes puntos de vista, digo.
¿Por qué me parece superactual y megaposmoderno, fashion total, lo que dice este hombre del turbante? ¿Por qué considero que está a la ultimísima y más chic moda intelectual occidental y que deberá ser de inmediatamente aclamado por deconstruccionistas de toda laya y críticos culturales de cualquier pelaje? Pues porque viene a sacar para un caso práctico y real las consecuencias que se siguen de tanta historiografía posmoderna y tantos de los llamados “estudios culturales”. En efecto, hace tiempo que se lleva en los departamentos universitarios más guays la negación de la verdad, el cuestionamiento del valor probatorio de los hechos y la radical puesta en duda del método experimental como fuente de certeza. Recuérdese la que se lió con el caso Sokal, tan ilustrativo. La consigna es que la verdad no existe en nada, ni siquiera en la ciencia natural, los hechos no cuentan, sólo existen las narraciones que los inventan y los adornan, el mundo no es como es, sino como quieran componerlo los que sobre él teorizan, todo aserto sobre lo que hay, incluso lo más patente, transparente y evidente, envuelve un propósito de dominación y una diferenciación intolerable entre los que saben y dicen y los que no saben y tienen que callar, razón por la que, por lo visto, negar las evidencias y sustituir la contrastación empírica por cualquier género de cuento, patraña o metafísica es liberador y revolucionario. Y etc., etc., etc. Te tomas unos traguitos o un poco de hierba y mola un montón ponerse a soltar paridas así. Te quedas como descansado y, además, te invitan a dar un puñado de conferencias, todas en los lugares más enrollaos, postineros y progres.
Claro, tanto decir esas memeces para dárselas de críticos e incordiones y al final alguien acaba tomándolas al pie de la letra y dándonos con ellas por donde más nos duele. Vaya usted ahora a decirle a los iraníes que su fanatismo les produce ceguera histórica y estupidez galopante, y enséñeles las fotos, los testimonios, las cuentas, los libros de historia más serios, los edificios, cualesquiera pruebas. Y le replicarán que todo eso no cuenta, que cualquier cosa es discutible, que no hay verdad que valga ni prueba objetiva que merezca tan nombre y que, si no lo creemos así, les preguntemos a los filósofos nuestros que siguen a Derridá o a los historiadores que participan de las ideas historiográficas de Hayden White, por poner sólo algún ejemplo (para saber algo más de esto último, pinche aquí, o aquí).
Cuando una civilización cuestiona todo y no cree absolutamente en nada, ni en los hechos, acaba dando todas las ventajas a los fanáticos, que vienen a decir que si todo es cuento igual a cualquier otro, ellos siguen con su cuento y nos lo imponen y que, a fin de cuentas, qué nos importa vivir bajo una patraña o bajo otra. Nosotros no creemos nada, ellos creen en lo suyo, pues quedémonos con lo de ellos: ellos lo prefieren y a nosotros nos da igual... Donde todo se relativiza gana el absolutista pícaro, eso sí que es ley de la historia.
Hemos pasado un Rubicón de difícil vuelta atrás. De la muy moderna conquista de que todo pueda discutirse se ha ido a mantener que vale igual cualquier cosa que en esa discusión se diga. De la irrenunciable conquista de la tolerancia, que permite no matar ni castigar al que piense distinto o sea heterodoxo, se ha pasado a tildar de intolerante al que se permita criticarle a otro sus yerros más evidentes o sus mentiras más descaradas. Estamos confundiendo el derecho de cada uno a pensar como quiera y a expresarse libremente con la idea de que cualquier porquería de pensamiento sea tan digno y respetable como cualquier otro, o que cualquier afirmación de un tarado o un fanático envuelve la misma verdad que la del científico más riguroso, pues no hay propiamente verdad, al fin y al cabo. Tal parece que si uno dice lo que de verdad cree ya es un sujeto íntegro y loable, aunque crea majaderías o tenga el cerebro lleno de aguas fecales. Confundimos la sinceridad con la verdad y el descaro con la integridad. Vamos de nuevo a un mundo en que, de tanto relativizar toda idea, ninguna pueda imponerse por su fuerza o evidencia y donde no quede en pie más idea que la de le fuerza. La fuerza, por ejemplo, de las armas atómicas que ansían los ayatollahs mismos que dicen que todo es opinable y mero objeto de debate académico y que un respeto y una cosa para sus bobadas. Donde ya no cuentan los argumentos pasarán a dirimir las armas, pues la muerte y la coacción no ha podido todavía reducirlas a historietas el posmodernismo.
Pues yo propongo un experimento, para que seamos conscientes y decidamos si nos quedamos en el mundo moderno de la verdad científica y las libertades o si volvemos al oscurantismo y la fuerza bruta. ¿Que no nos convencen las pruebas del holocausto y que nos parece un puro mito? De acuerdo, pero entonces pensemos en los siguientes hechos, que, a título de ejemplo, voy a mencionar, y cuyas pruebas no son más rotundas que las del mencionado exterminio de judíos (y no judíos) a manos de los nazis. Puestos a negar o relativizar, puestos a no admitir más pruebas que las que queramos libremente ver, puestos a considerar que todo es discutible y que cualquier afirmación empírica vale exactamente igual que su contraria, apliquemos lo mismo a los hechos siguientes, que creíamos reales y probados y que, a lo mejor, son igual de discutibles, o igual de mentira.
a) El Gulag. b) Las guerras carlistas. c) La revolución francesa. d) El descubrimiento y colonización de gran parte de América por los españoles. e) La matanza de los indios norteamericanos por los conquistadores y colonizadores del Oeste. f) La existencia de Cristo.
Me siento perfectamente capaz de inventar para cada uno de esos casos una narración que presente como falsas y amañadas todas las pruebas, datos y testimonios con los que se cuenta para acreditarlos. Es facilísimo, absolutamente facilísimo. Basta decir que todo son mentiras que obedecen a intereses espúrios de unos malos muy malos que todo lo cambian para salirse con la suya. Y que no, que no y que no, que no trago ni con fotos ni con declaraciones ni con escritos ni con nada que se me presente, pues ya digo de antemano que todo es falso. Ah, y de paso tampoco me creo que los pájaros vuelen (casi todos) o que las vacas rumien. Y que me lo demuestren, qué caray, pero de forma que yo lo crea, no de otra. Y que yo ya digo de antemano que no me lo voy a creer, ojito.
A ese Ahmadineyad deberian hacerlo de inmediato doctor honoris causa de la Universidad de Yale o la de Stanford. Y a muchos de los filósofos e historiadores de Yale o Stanford tendrían que hacerlos de inmediato guardianes de la revolución iraní. Para que todo esté en su sitio. Aunque, en realidad, ¿quién nos aseguran que es verdad que los hacen tal cuando los hacen tal? Yo digo que ahora mismo yo no estoy aquí donde estoy y a ver cómo me demuestro a mí mismo que sí estoy. Todo es cuestión de debate acacémico, así que acabaré estando donde digan mis colegas o donde quiera Ahmadineyad, aunque me fastidie. Pero tampoco se me podrá replicar si yo digo que son unos hijos de la chingada, pues lo digo con espíritu académico y ánimo de debate, ¿eh? Así que cuidadín.
http://garciamado.blogspot.com/2005/12/historia-la-carta-y-tolerancia-boba.html
Para mí el fondo del asunto es la inmoralidad que supone que el privilegiado se ría del desfavorecido. Esto que en principio es la opinión moral (una de esas verdades privadas a las que alude Marina) de un servidor -y de hecho no está regulado por los DDHH- cambia de estatus cuando provoca problemas de convivencia en un mundo globalizado como el nuestro, en el que una viñeta dibujada en Dinamarca puede ser contemplada casi al instante de su publicación en Islamabad. Y es que la ética -de la que el derecho (la legalidad) es subconjunto- trata precisamente de regular los asuntos más graves que afectan a la convivencia humana, y éste lo es. Miles de personas se han visto ofendidas por las caricaturas del profeta de su religión. No nos dejemos confundir: mientras unos pocos más o menos teledirigidos por intereses ideológicos han actuado con violencia una gran masa se ha indignado silenciosamente.
No vale aquí aludir a lo irracional que nos parece a los que estamos al final de la calle filosófico-científica el que alguien se pueda sentir molesto porque se haga un dibujo del predicador de cierta falsedad metafísica: nosotros también tenemos sentimientos morales que salvaguardar aunque sus objetos sean distintos.
La cuestión a establecer es, por tanto, la del principio: ¿qué derecho tenemos los privilegiados de reirnos de los sentimientos morales de los desfavorecidos? Porque, no se me negará, que nosotros somos los ganadores de la Historia: los que hemos dominado mejor a la naturaleza, los que gozamos de la fuerza armamentística, los que extendemos nuestras manías culturales al resto, los que creamos las leyes internacionales, los que vivimos con más renta, etc. Poco me importa la causa de esta superioridad cuando me he propuesto de que aquellos desfavorecidos tengan tanta dignidad como yo. Las justificaciones pensables, así, carecen de cualquier valor: que creyeran en el Dios falso, que nacieran con menos inteligencia producto de una genética inferior, que fueran menos crueles o violentos para imponer sus convicciones, que tuvieron peor suerte... No importa. Hemos tomado la determinación de dar la vuelta a la Naturaleza y al azar con la medida de un proyecto de humanidad dotándonos a todos de la misma dignidad así que sólo existe un camino: obviar la desigualdad real para crear la igualdad irreal.
Es bajo este proyecto que se entiende que la inmoralidad de la que hablo sea en realidad una ineticidad, una felonía contra el proyecto ético. El privilegiado no tiene derecho de reirse públicamente del débil porque está obligado (por deber ético) a ayudarlo a salir de su situación.
Sólo una vez construido sobre los desfavorecidos el techo protector que nosotros disfrutamos -la dignidad- podremos empezar a gestionar su contenido en colaboración con los recién llegados: podremos empezar a exigirles que respeten la libertad de expresión, de religión y demás derechos. Lo que no es admisible es que desde nuestra privilegiada atalaya contemplemos la selva de la que procedemos y escupamos sobre los que luchan por la dignidad mientras hipócritamente nos rasgamos las vestiduras porque alguno de los combatientes nos mira con resentimiento.
O somos los privilegiados los que sacamos de la selva a los demás o la selva empezará a comernos los tobillos. Históricamente lo segundo triunfó con el nombre de revueltas. En nuestra mano está crear un precedente.
Totalmente de acuerdo con Savater
El laicismo es la Línea Maginot del pensamiento político europeo.
Totalmente de acuerdo con Savater, como siempre.
Fernando, vamos al panorama local, los dibujitos convulsionaron medio oriente, ¿cuánto agitarán las ortodoxas conciencias mendocinas una decena de figuras de yeso de la virgen de la Carrodilla bajando al ritmo de León Gieco? Ayer en la repetición unas cuantas integristas del triple de jamón y queso protestaban indignadas y pedían la excomunión de Walter Neira. Espero tu valioso aporte sobre este tema.
Algo no me quedó claro, ¿para qué tantas vírgenes? ¿alguna interpretación al respecto?
Algunos homosexuales se aman, luego merecen tener el mismo derecho al matrimonio entre ellos que los heterosexuales. ¿Esto es una verdad pública o privada, Mikimoss?
A Irichc:
Es, en primer lugar, un razonamiento falaz. No es el amor (romántico) lo que proporciona el derecho al matrimonio ni a unos ni a otros, sino la intención de fundar una familia; institución reconocida y protegida por los DDHH (ese esbozo de conjunto de soluciones universales a los problemas de la convivencia) por haber cumplido históricamente las siguientes funciones consideradas como valiosas en pos de alcanzar la felicidad social:
1) Favorecer la solidaridad para la supervivencia
2) Legitimar la descendencia
3) Socializar a los vástagos
4) Procurar la estabilidad emocional y sexual
Se puede discutir acerca de si los cambios económicos y sociales han dejado alguna o algunas de estas funciones cesantes de hecho, pero de derecho es lo que fundamenta a la familia.
En segundo lugar, tomando tu conclusión como afirmación categórica (aunque no se infiera de tu premisa), el que los homosexuales tengan los mismos derechos que los heterosexuales es verdadero por definición, y todas las verdades por definición son verdades públicas. Es verdadero por definición porque hemos decidido que todos los humanos tienen la misma dignidad por el hecho de serlo. Así hemos establecido nuestra dignidad y su ámbito de aplicación.
Para finalizar, intuyo que con tu comentario pretendes criticar mi consideración anterior de que el respeto hacia el débil, cuando la indignación de éste se convierte en un problema para la convivencia, pasa de ser una verdad privada (moral) para convertirse en una verdad pública (ética). Es una consecuencia directa de mi concepción de la ética como saber práctico. No se puede colgar un axioma moral en algún lugar del cielo platónico para a partir de él deducir todos los principios éticos. Éstos surgen de mirar a la realidad, interpretar los conflictos que en ella surgen y proponer las soluciones más racionales. Es una tecnología y por tanto se puede justificar universalizablemente su razón de ser.
Saludos.
"No es el amor (romántico) lo que proporciona el derecho al matrimonio ni a unos ni a otros, sino la intención de fundar una familia".
Sabes tan bien como yo que el amor se ha usado como argumento para promover la reforma. Y aunque implícitamente me concedas que es un argumento falaz, no lo es menos el tuyo. Mi prole y yo podemos irnos a vivir con mis abuelos o mi tío y nadie va a darnos una protección legal extra por ello. Lo nuestro no es familia, por lo que se ve, ni tiene un carácter matrimonializable. ¿Podrías explicármelo detalladamente y con verdades públicas para que no parezca algo arbitrario?
Sobre tus cuatro puntos, aclararte que 1) El sexo no ofrece una solidaridad de más; lo que estás haciendo es discriminar a los castos; 2) Dos hombres no pueden lograr descendencia biológica, y por otro lado no es necesario estar casado para obtener a un hijo en adopción; 3) Cae con el punto 2; y 4) Los efectos de una práctica favorables para el individuo son jurídicamente irrelevantes, como el aficionarse a un deporte que beneficie a nuestra espalda.
"el que los homosexuales tengan los mismos derechos que los heterosexuales es verdadero por definición, y todas las verdades por definición son verdades públicas. Es verdadero por definición porque hemos decidido que todos los humanos tienen la misma dignidad por el hecho de serlo".
Otra mentira. Ya tenían los mismos derechos y se ha creado uno nuevo: el matrimonio homosexual. Además, la discriminación positiva (en favor de las mujeres, de los disminuidos, etc.) es acorde con nuestro texto constitucional. Se puede dar a alguien más que al resto por meritarlo de alguna forma. La pareja heterosexual estable es el vehículo natural para la procreación, no así la homosexual.
SIMBOL:
Estamos de acuerdo con Savater, entonces.
PAULA:
Hacés referencia a una escena de la última Fiesta Nacional de la Vendimia, en realidad, a su espectáculo central. Para mí, y para muchos con los que he hablado, la multiplicación de la imagen de la Virgen de la Carrodilla ("patrona
de los viñedos") en el show, no es más que un mensaje esencialmente ateo. En las fiestas, tradicionalmente se utilizaba la imagen mariana para acompañar la idea del trabajo esforzado del viñatero, que luego de su trabajo, pone en manos de la fe en esa imagen el futuro de su cosecha. Lo que el director de la fiesta hizo, me parece, fue dejar en claro que esa fe es vana, y por ello multiplicó las imágenes de la virgen y le puso una banda sonora distinta a la tradicional (que canta su devoción) y puso una furiosa ("madre / un día me pariste / un día me perdiste / aleluya / padre yo que te adoraba pero me abandonabas / aleluya") canción de León Gieco para pegarla a la escena en que la tormenta se llevaba todo el trabajo de un año. ¿El mensaje? Rezar es vano y siempre, siempre, hay que trabajar.
MIKIMOSS:
No puedo más que estar de acuerdo con vos. Incluso con la pregunta inicial que ofrecés ("¿qué derecho tenemos a reírnos...?"), aunque en sentido inverso, ya que entiendo (¿verdad privada?) que tenemos derecho a blasfemar como a ser blasfemados, así como no ser muertos o matar por ello. ¿Si somos "privilegiados" por tener esa visión?: es posible, incluso en un sentido darwiniano, puesto que no vamos a desaparecer como especie y nos podremos seguir insultando sanamente ("Tenemos derecho a poner a parir a todos los dioses, mesías, profetas, papas, popes, rabinos, imanes, bonzos, pastores, gurús, así como a los jefes de Estado, los reyes, los caudillos de todo tipo...").
Con respecto a los matrimonios homosexuales, suscribo también tu parecer, con los agregados que se leen en mi respuesta a Irichc.
IRICHC:
1) A ver si te hacés ver. Tu compulsión troll es ya seria, y mal que te pese, te descalifica. No estoy hablando de que tus argumentos antihomosexuales se casen (ay) necesariamente con tu actitud troll, ya que tenés tanto derecho a protestar contra los gays como a que te la den por el culo. Lo que digo es que si estás aburrido no vengás a ensuciar las casas ajenas con tus pegoterías. Ya debí borrarte una vez, no sin dolor, y claro que voy a hacerlo de nuevo.
2) Estás discriminando a los homosexuales. Claro: parece la frase más inocente y es la basal. Porque te parece que la otorgación de los derechos de matrimonio de los gays conspira contra los derechos ya otorgados a los matrimonios tradicionales, tradición conformada también por los siglos, pero no sólo por ello más válida. Cuando decís que los homosexuales tenían los mismos derechos que los heterosexuales, estás mintiendo: no los tenían, y es por eso justamente que se hace necesario fundar el derecho de que se casen. La posibilidad de procrearse, aun entendida de la manera banal y pedorra como parece la entendés ("vehículo natural para la procreación" y otras tonterías*), no es lo que funda el derecho al matrimonio. Por eso es que las parejas no están ni obligadas a tener hijos cuando se casan ni obligadas a casarse por tenerlas (incluso, las personas no están obligadas ni a tener hijos ni a casarse para nada). Ya sea a través de los DDHH o de la legalidad de cada país, lo que se pretende buscar es la igualdad de derechos o la discriminación "positiva". Esta última no es la que se aplicaría a los homosexuales, sino que ante ellos lo que se buscaría es una igualación (no-discriminación) con respecto a los heterosexuales. Se trata de un logro jurídico importante y apuntado a una ética más allá de las morales.
(*)Yo no estoy tan seguro de que, ahora sí, las parejas homosexuales tengan los mismos derechos a adoptar hijos, en cambio, y aquí me despego de muchos. En este sentido, para el chiquillo, me parece que está en él el derecho de tener papá y mamá ya que hemos requerido de semen y ovarios para engendrarlo. Lo cual no quita -por ejemplo- que una pareja de lesbianas consiga un mancebo que fecunde a una de ellas y críen entre ambas al niño, de una manera quizá mucho más amorosa, responsable y todo lo que se desee que a una pareja heterosexual que, por alguna razón, convierta su seno familiar en un infierno.
SIMBOL:
Estamos de acuerdo con Savater, entonces.
PAULA:
Hacés referencia a una escena de la última Fiesta Nacional de la Vendimia, en realidad, a su espectáculo central. Para mí, y para muchos con los que he hablado, la multiplicación de la imagen de la Virgen de la Carrodilla ("patrona
de los viñedos") en el show, no es más que un mensaje esencialmente ateo. En las fiestas, tradicionalmente se utilizaba la imagen mariana para acompañar la idea del trabajo esforzado del viñatero, que luego de su trabajo, pone en manos de la fe en esa imagen el futuro de su cosecha. Lo que el director de la fiesta hizo, me parece, fue dejar en claro que esa fe es vana, y por ello multiplicó las imágenes de la virgen y le puso una banda sonora distinta a la tradicional (que canta su devoción) y puso una furiosa ("madre / un día me pariste / un día me perdiste / aleluya / padre yo que te adoraba pero me abandonabas / aleluya") canción de León Gieco para pegarla a la escena en que la tormenta se llevaba todo el trabajo de un año. ¿El mensaje? Rezar es vano y siempre, siempre, hay que trabajar.
MIKIMOSS:
No puedo más que estar de acuerdo con vos. Incluso con la pregunta inicial que ofrecés ("¿qué derecho tenemos a reírnos...?"), aunque en sentido inverso, ya que entiendo (¿verdad privada?) que tenemos derecho a blasfemar como a ser blasfemados, así como no ser muertos o matar por ello. ¿Si somos "privilegiados" por tener esa visión?: es posible, incluso en un sentido darwiniano, puesto que no vamos a desaparecer como especie y nos podremos seguir insultando sanamente ("Tenemos derecho a poner a parir a todos los dioses, mesías, profetas, papas, popes, rabinos, imanes, bonzos, pastores, gurús, así como a los jefes de Estado, los reyes, los caudillos de todo tipo...").
Con respecto a los matrimonios homosexuales, suscribo también tu parecer, con los agregados que se leen en mi respuesta a Irichc.
IRICHC:
1) A ver si te hacés ver. Tu compulsión troll es ya seria, y mal que te pese, te descalifica. No estoy hablando de que tus argumentos antihomosexuales se casen (ay) necesariamente con tu actitud troll, ya que tenés tanto derecho a protestar contra los gays como a que te la den por el culo. Lo que digo es que si estás aburrido no vengás a ensuciar las casas ajenas con tus pegoterías. Ya debí borrarte una vez, no sin dolor, y claro que voy a hacerlo de nuevo.
2) Estás discriminando a los homosexuales. Claro: parece la frase más inocente y es la basal. Porque te parece que la otorgación de los derechos de matrimonio de los gays conspira contra los derechos ya otorgados a los matrimonios tradicionales, tradición conformada también por los siglos, pero no sólo por ello más válida. Cuando decís que los homosexuales tenían los mismos derechos que los heterosexuales, estás mintiendo: no los tenían, y es por eso justamente que se hace necesario fundar el derecho de que se casen. La posibilidad de procrearse, aun entendida de la manera banal y pedorra como parece la entendés ("vehículo natural para la procreación" y otras tonterías*), no es lo que funda el derecho al matrimonio. Por eso es que las parejas no están ni obligadas a tener hijos cuando se casan ni obligadas a casarse por tenerlas (incluso, las personas no están obligadas ni a tener hijos ni a casarse para nada). Ya sea a través de los DDHH o de la legalidad de cada país, lo que se pretende buscar es la igualdad de derechos o la discriminación "positiva". Esta última no es la que se aplicaría a los homosexuales, sino que ante ellos lo que se buscaría es una igualación (no-discriminación) con respecto a los heterosexuales. Se trata de un logro jurídico importante y apuntado a una ética más allá de las morales.
(*)Yo no estoy tan seguro de que, ahora sí, las parejas homosexuales tengan los mismos derechos a adoptar hijos, en cambio, y aquí me despego de muchos. En este sentido, para el chiquillo, me parece que está en él el derecho de tener papá y mamá ya que hemos requerido de semen y ovarios para engendrarlo. Lo cual no quita -por ejemplo- que una pareja de lesbianas consiga un mancebo que fecunde a una de ellas y críen entre ambas al niño, de una manera quizá mucho más amorosa, responsable y todo lo que se desee que a una pareja heterosexual que, por alguna razón, convierta su seno familiar en un infierno.
Toledo,
Si no te importa, mientras resulte mínimamente entretenida (no le auguro mucho fuelle), preferiría mantener esta discusión con Mikimoss, aquí o donde sea. No te excluyo porque sí. Pero en según qué temas se hace muy necesaria la neutralidad emocional, y en el de los homosexuales me temo que tú ibas a ser juez y parte.
A F.G.T:
"...entiendo (¿verdad privada?) que tenemos derecho a blasfemar como a ser blasfemados"
Sólo a y por personas que disfruten de nuestra dignidad. Me explico. Solemos realizar nuestros juicios éticos desde el sofisticado sistema de libertades políticas del que disfrutamos. Es lo que llamé la atalaya desde la que cómodamente situados contemplamos una cruel realidad que de vez en cuando nos salpica. Sin embargo tenemos elementos de juicio históricos para afirmar que que cuando las personas se libran de la miseria, de la ignorancia, del miedo, del dogmatismo y del odio evolucionan de manera muy parecida hacia los deechos individuales, la racionalidad, la igualdad , la democracia, las seguridades políticas, la suavización de las costumbres y las políticas de solidaridad. Esta tesis es la que Marina pretende haber demostrado en su "Lucha por la dignidad" y a la que me acojo para decir que los principios éticos son justificables universalizablemente.
Por tanto no deberíamos dirigirnos hacia los que aún intentan liberarse de esas lacras para pedirles cuentas y respeto por derechos de los que no disfrutan. Y mucho menos deberíamos usar nuestras libertades para reírnos de sus ataduras, v.g. del dogmatismo religioso-político de la realidad en la que residen.
En el primer caso -cuando nos salpican desde abajo- toca defenderse de una manera proporcionada, y en el segundo mostrar respeto y hasta compasión. En ambos es un imperativo ético inexcusable el ayudarles a salir de su situación.
A Irichc:
"Sabes tan bien como yo que el amor se ha usado como argumento para promover la reforma."
Vamos a ver, la existencia de amor es deseable pero innecesario legalmente. El valor que atribuimos modernamente al amor como elemento del matrimonio es el resultado del progreso ético, en particular de la primacía del interés individual sobre el del colectivo, y es paradójicamente una de las causas de la crisis posmoderna del matrimonio: el individualismo hace que pese más en la balanza la satisfacción personal que un proyecto de vida en común.
Pero esto es algo que lleva años ocurriendo en los matrimonios heterosexuales (en EEUU se divorcian al año tantas parejas como las que se casan). ¿Por qué iban a tener los homosexuales distinto derecho para fracasar en su matrimonio?
"Mi prole y yo podemos irnos a vivir con mis abuelos o mi tío y nadie va a darnos una protección legal extra por ello. Lo nuestro no es familia, por lo que se ve, ni tiene un carácter matrimonializable. ¿Podrías explicármelo detalladamente y con verdades públicas para que no parezca algo arbitrario?"
¿Ahora no puedes casarte con tu tío? Soy un lego en la materia pero me parece que sólo se prohibe el matrimonio con un menor, el incestuoso y la poligamia. Yo, p.ej., estoy totalmente a favor de que se les conceda los mismos derechos a la multitud de parejas de viejecitas que, una vez muertos sus maridos, viven juntas para darse compañía hasta el final de sus días.
Te remito a los puntos de mi anterior post, donde resumía la utilidad histórica de la familia. ¿Por qué no iban a deber disfrutar otro tipo de uniones de las mismas ventajas que los matrimonios heterosexuales y homosexuales si ayudan de igual modo a alcanzar los fines familiares? Incluso, ¿por qué sólo familias mononucleares? La monogamia no es más que la solución desarrollada en nuestro entorno (y otros) cultural para conseguir la estabilidad familiar, pero no es la única y, en estos tiempos de multiculturalismo ¿por qué no pensar en la legalización de la poliginia?
En fin, para mí los modos culturales son soluciones a problemas que surgen en el eterno devinir de lo real, no descienden de ningún lugar eterno o absoluto. Por ello tampoco se trata de poner la venda antes de la herida e impulsar reformas sociales que no se exigen de manera mayoritaria. El gobernante democrático debe de creer firmemente en que la verdad política y social yace en los ciudadanos y que es en el pueblo donde surgen los problemas de convivencia y donde se ensayan las soluciones.
"1) El sexo no ofrece una solidaridad de más; lo que estás haciendo es discriminar a los castos"
Las causas subjetivas que lleven a la unión me son irrelevantes mientras que los cónyuges resulten beneficiados por la solidaridad mutua. Si ambos cónyujes son castos pero quieren vivir juntos por causas emocionales, económicas, políticas o de otro tipo y esto redunda en que, como cualquier antropólogo sabe, se disminiye el número de horas que tienen que dedicar en trabajar para sobrevivir entonces se está produciendo solidaridad mutua: La vida resulta más fácil con alguien al lado. Es un bien social innegable.
" 2 y 3) Dos hombres no pueden lograr descendencia biológica, y por otro lado no es necesario estar casado para obtener a un hijo en adopción"
Legitimar la descendencia no implica necesariamente producir la descendencia. La adopción ni siquiera es una invención moderna sino que ya se practicaba desde la antigüedad. Lo que se quiere decir es que el estatus social de los padres se transmite a sus vástagos y además se les dota de antecedentes y de determinada posición social a la que se pueden remitir para exigir herencias o beneficios comunitarios (estatales): Es mejor tener unos referentes, unas raíces, conocidos en el seno de la comunidad que no tenerlos.
Y es cierto que no hace falta vivir en pareja para adoptar, pero parece mejor dos que uno a la hora de criar a un niño por simples razones infraestructurales (económicas, organizativas, etc.)
"4) Los efectos de una práctica favorables para el individuo son jurídicamente irrelevantes, como el aficionarse a un deporte que beneficie a nuestra espalda."
Pero es que resulta que esa estabilidad sentimental y sexual redunda en beneficio para la comunidad. Esto es el meollo de la cuestión. La familia nuclear no se creó con el fin de satisfacer emocionalmente a los cónyuges tal y como se interpreta ahora y es causa fundamental de su crisis, sino para servir a la comunidad. El estado y sus leyes se crearon después de la familia y basándose en esta. De hecho la resolución de los asuntos que tiene lugar en el seno de las familias mafiosas quita trabajo al Estado porque los implicados no acuden a la justicia estatal.
IRICHC:
Todas tus bromas se parecen: no causan gracia. Estupidez engendra estupidez: Irichc, sos muy fértil.
P.D.: A propósito de tus "discusiones", donde sea, pero no aquí. Una sugerencia: en la bitácora de Mikimoss (no sé, Mikimoss, si te estoy haciendo haciendo un favor), donde definitivamente sos parte.
"Yo, p.ej., estoy totalmente a favor de que se les conceda los mismos derechos a la multitud de parejas de viejecitas que, una vez muertos sus maridos, viven juntas para darse compañía hasta el final de sus días".
Yo no. No merecen los derechos de quien trae al mundo una descendencia, porque sencillamente no es eso lo que las distingue. Deben tener una protección mejor que la actual, pero no llamarse matrimonio ni fomentar la confusión de situaciones jurídicas totalmente dispares. Probablemente ellas tampoco accederían a casarse entre sí para hacerse con tu limosna partidista.
Ahora bien, hablemos claro: lo que tú quieres es conceder beneficios legales a todo quisque que se asocie "por causas emocionales, económicas, políticas o de otro tipo", ya que ello crea "solidaridad mutua". Pero no porque pienses realmente que un par de idiotas que salen juntos y follan cada fin de semana, unos ejecutivos que montan orgías los viernes o una comunidad okupa son equiparables al matrimonio, sino porque necesitas aguar ese concepto para que entren en él los gays.
Yo estoy de acuerdo con el matrimonio entre homosexuales, siempre y cuando ese derecho no se otorgue a los homosexuales cristianos.
La razón es que el arsenokoitai esta prohibido entre hombres segun la biblia, epecificamente en Leviticus. Asi que hay que elegir: o eres homosexual o eres cristiano, pero no puedes tener la torta y comertela. Algunos cristiano fanaticos, que ademas tienen blogs, condenan la homosexualidad no solo por razones biblicas, sino por su propia homosexualidad reprimida, debido a un sentimiento de culpa pecaminosa. Esto los lleva a un extraño comportamiento: se tornan en loa atacantes mas feroces de la homosexualidad y del matrimonio entre homosexuales. Yo creo que si ellos quieren que los follen y casarse, deben cambiarse de religion.
MIKIMOSS:
Coincidirás conmigo con que las caricaturas ofendió a los que querían sentirse ofendidos. Están oprimidos, pero no todos, y no tanto como para elegir de qué manera expresar su fastidio. A pesar de lo ridículo de la propuesta, más atractiva me pareció la idea de burlarse de lo que fuera (en su caso, el Holocausto), como modo de responder a las caricaturas de Mahoma. Insisto: respetar también es criticar, aun así, con esos dibujos.
SIMBOL:
Yo, en estoy, estoy con Psicobyte. Te recomiendo leer el link.
Errata:
Quise decir que en "esto" estoy con Piscobyte.
Tontín:
Y quise decir Psicobyte (tendré que repasar mi dactilografía).
fernando
Mi ultimo post era una jodedera. A mi me importa un rabano lo que cada quien haga con su culo. Y en cuanto al matrimonio, me gustaria que lo prohibieran inclusive para los heterosexuales. Asi uno se evitaría un monton de problemas.
SIMBOL:
Pero no dejés de leer la jodedera de Psicobyte. Yo opino que el matrimonio sólo sea permitido entre mujeres, ya que sólo ambas pueden ser madres (matrem).
HABLANDO DE CASTOS...
Opino que los sacerdotes tienen derecho a casarse. Incluso entre ellos, y mucho más si eso contribuye a evitar estas barbaridades:
IRLANDA-PEDERASTIA (ampliación)
Más de 100 curas sospechosos de abusar de 390 menores desde 1940
Dublín, 8 mar (EFE).- Más de cien sacerdotes católicos de la diócesis de Dublín están acusados o son sospechosos de abusar sexualmente de 390 menores de edad desde 1940, según un informe del obispado de la capital irlandesa, confirmaron hoy fuentes eclesiásticas.
Los datos de ese informe -el primero de las autoridades eclesiásticas que reconoce tal número de abusos sexuales- serán estudiados por la Comisión de Investigación creada por el Gobierno irlandés para abordar el asunto de abusos sexuales en la Iglesia Católica.
La publicación de estas cifras es resultado de una investigación interna de la diócesis de Dublín y del Servicio de Protección del Menor, que han analizado 5.600 expedientes de religiosos.
Hasta la fecha, de los 105 casos tramitados por la Justicia irlandesa contra 32 clérigos, 65 se solucionaron fuera de los tribunales, lo que costó a las autoridades eclesiásticas de Dublín 4,1 millones de euros en concepto de acuerdos extrajudiciales y 1,7 millones para cubrir los gastos de abogados.
Los nuevos casos en la diócesis de Dublín, que dirige el arzobispo Diarmud Martin, serán estudiados por la comisión de investigación del Gobierno irlandés.
La diócesis no ha incluido nombres en su documento, pero la prensa asegura que entre ellos hay, al menos, cuatro curas condenados por pederastia: Ivan Payne, Tony Walsh, Paul McGennis yThomas Naughton.
Desde el pasado octubre, cuando el arzobispo Martin publicó un informe preliminar, su diócesis ha pagado 300.000 euros por acuerdos extrajudiciales y un sacerdote ha sido apartado de sus funciones mientras se investiga una acusación formulada contra él.
La congregación dublinesa calcula que en estos momentos existen 68 denuncias contra curas diocesanos y sospecha que otros siete pueden estar también implicados en abusos sexuales a menores.
También estima que 23 antiguos religiosos de esta diócesis están acusados de esos delitos, al tiempo que otros cuatro son sospechosos.
Además, el documento recaba datos procedentes del análisis del llamado "Informe sobre la diócesis de Ferns", situada en el condado de Waterford, al sureste de Irlanda.
El "Informe Ferns" reveló el pasado mes de octubre más de cien casos de abusos sexuales de menores cometidos en esa congregación durante 1962 y 2002 por 21 sacerdotes, algunos de los cualestrabajan o trabajaron en algún momento en la de Dublín.
El documento analizó también la respuesta de la Iglesia Católica irlandesa a las acusaciones de abusos presentadas por las víctimas durante los últimos 40 años y criticó la actuación de la PolicíaNacional (la Garda), cuyas investigaciones fueron "inadecuadas".
Entonces, los expertos afirmaron que esa situación era sólo la punta del iceberg.
Por ese motivo, desde 2003 la diócesis de Dublín ha invertido 2,5 millones de euros en servicios de protección del menor, que incluyenseguros especiales para hacer frente a las compensaciones económicas y los gastos legales.
Según el arzobispo Martin, estas cifras se están constantemente actualizando.
Inquisidores fascistas pederastas, menudo coco. Enfréntate a un cristiano de verdad alguna vez en tu vida.
Fer, sobre las vírgenes de la Carrodilla. Si ese fue el mensaje, creo que el guionista cumplió su cometido. Yo, por ejemplo, sin entender mucho, en primer lugar sentí que la multiplicidad anulaba la idea de unidad (la madre de Jesús es una sola). Y algo que me dio realmente escalofrío es cuando bajaron la reina y la virreina y pasaron entre medio de las imágenes que estaban en el piso: parecían muñequitas.
IRICHC:
Falacia del escocés auténtico (¿del cristiano auténtico?).
He aquí otros católicos (se abren las votaciones para determinar su autenticidad):
EEUU-IGLESIA
Grupo llega a acuerdo con archidiócesis Boston por abuso sexual
Washington, 9 mar (EFE).- La archidiócesis católica de Boston(EEUU) alcanzó hoy un acuerdo para pagar una media de 75.000 dólares a cada una de las 88 personas que afirmaron haber sufrido abusos sexuales de sacerdotes.
El escándalo de los abusos sexuales en la Iglesia católica en EEUU, que salió a la luz pública hace tres años en el arzobispado de Boston, ha salpicado a casi todas las diócesis estadounidenses. Kelly Lynch, portavoz de la archidiócesis de Boston, señaló que los mediadores entre las víctimas y la Iglesia determinarán la cantidad específica que recibirá cada víctima, en función de la gravedad de los hechos en cada caso.
La cantidad se determinará en una primera ronda de mediación entre demandantes y demandados, que se celebrará entre marzo y abril.
"Se trata de un primer paso importante para resolver las demandas pendientes por abuso sexual contra la archidiócesis", dijo Lynch.
La archidiócesis ya había llegado a un acuerdo con un primer grupo de 540 víctimas, a las que abonó alrededor de 153.000 dólaresa cada una.
Según Mitchell Garabedian, uno de los abogados del grupo, "mis clientes han firmado el acuerdo porque quieren cerrar el caso, pero se sienten insultados por el mismo".
La archidiócesis de Boston se ha enfrentado a una fuerte presión financiera que la ha obligado a cerrar alrededor de 60 iglesias desde que estallara el escándalo.
Luego de las primeras demandas por ese tipo de delitos, en 2002,se han presentado miles de nuevos casos de abuso sexual en niños y jóvenes contra varias diócesis a través de todo el país.
Estas se han visto obligadas a pagar sumas millonarias en acuerdos alcanzados con las víctimas fuera de los tribunales.
PAULA:
Sobre la direccionalidad del mensaje, ésa fue mi lectura. Veo que te parece coherente.
En cuanto a la anulación de la unidad, por ella pugnan varias ideas en el catolicismo: la Trinidad es la mejor expresión. En cuanto a las vírgenes, no es novedad: conta la cantidad de "vírgenes" que hay, incluso algunas de raza negra (o mestizas), otras rubias, etc.
Si realmente te interesa, podés ver mejor mi opinión sobre la fiesta y la aparición multiplicada de las vírgenes haciendo clic aquí (la nota, por error, no aparece firmada por mí en la página web, aunque sí en la edición impresa).
Si Dios no existe ¿Quien creó al Universo? ¿Quién creó al hombre? ¿Quién escucha mis oraciones cada noche? ¿Quién me protege con su inmenso amor y misericordia?
SU DIOS SON LOS LIBROS
Ojalá DIOS Le Ayude A Cambiar.
Yashua
YASHUA:
Nadie creó el universo. La palabra creación está de más.
El hombre surge por un largo proceso evolutivo, costoso, trabajoso, y también imperfecto.
Nadie escucha sus oraciones.
Nadie lo protege más que su familia, amigos, gobierno.
Dios sólo está en los libros y en las cabecitas.
Si se detiene a pensar, quizá llegue a las mismas conclusiones que yo. Por ejemplo, no sé en qué dios cree Ud., pero intente aplicarle (para empezar) lo mismo para todos los otros dioses en que no cree.
Interesante blog.
Savater está considerado uno de los mejores articulistas de España.
Mi blog tiene menos visitas, es de poesía y cuesta imponer una mirada estética en un mundo tan convulsionado.
(participo a menudo en los blogs de clarin.com y usted?)
http://premioparalucia.blogspot.com
LUCÍA:
Gracias por la invitación a su blog. Si es de poesía, me interesa.
En cuanto a su pregunta, respondo que no. Jamás he participado de los blogs de Clarín.