Publicado en BBC Mundo
Salir del clóset está de moda en Colombia. Primero fueron algunos gays, lesbianas, bisexuales y transgeneristas, gracias a sentencias de la Corte Constitucional. Después, consumidores de drogas ilícitas, oponiéndose a su penalización, y ahora el turno es para los ateos y agnósticos.
Con sólo dos semanas en el mercado, un Manual de Ateología, escrito por personajes que niegan o dudan de la existencia de un dios, se ubicó entre los diez títulos más vendidos en las librerías de este país.
El manual fue hecho por 16 personalidades, entre ellas abogados, escritores, periodistas y psicólogos.
BBC Mundo habló con algunos de ellos y también con otros ateos y agnósticos.
Llama la atención que un libro de esa naturaleza se venda bien en Colombia, donde nueve de cada 10 personas se declaran cristianas, en su mayoría católicas. Y esas mayorías se sienten en muchos ámbitos, comportamientos y actitudes.
De hecho, durante más de ocho décadas, Colombia fue consagrada cada año por los gobiernos al Sagrado Corazón de Jesús, una de las imágenes más preciadas por los católicos.
Un estado aconfesional
Y aunque desde 1991 la Constitución declaró al Estado colombiano como aconfesional, muchas instituciones, como la Policía Nacional, siguen manteniendo en sus escudos lemas como «Dios y patria».
En esas circunstancias, muchos, como la escritora Silvia Galvis, le dicen a BBC Mundo que «es muy difícil» expresar públicamente el ateísmo.
«Cuando les conté a unos amigos que no había bautizado a mis hijos, hubo unos cruces de miradas y unas sonrisas despectivas que lo hacen sentir a uno totalmente fuera de lugar», relató Galvis, autora de varios libros, entre ellos Viva Cristo Rey, una crítica al papel de la Iglesia Católica en la historia política de Colombia en el siglo XX.
La escritora, que no hizo parte de los autores del Manual, sostiene que «hay más razones para creer que dios no existe. Me siento más confiada en la vida y hago las cosas porque creo en ellas, sin estar esperando recompensas, como sí ocurre con los creyentes».
El dirigente político Carlos Gaviria, uno de los autores del libro, quien aspira a ser nuevamente candidato presidencial del izquierdista Polo Democrático Alternativo en las elecciones de 2010, también reconoce dificultades para que los demás entiendan su agnosticismo.
¿Cómo hace un agnóstico para conseguir apoyo electoral en un país tan católico?, le preguntó BBC Mundo a Gaviria, que en 2002 obtuvo 2,6 millones de votos.
«Es cierto que la sociedad colombiana es bastante atrasada. Sin embargo, yo creo que para hacer política decente hay que exponer esas posiciones de manera honesta, sin engaños, para que la gente sepa por quién vota», responde Gaviria.
El político relató que en una ocasión un asistente a un acto político lo increpó por su actitud hacia dios y la religión. Entonces, tuvo que explicarle por qué él no tiene razones para afirmar o negar la existencia de un dios. «Después de oírme, el hombre quedó tranquilo», narra.
«Más fácil que en Irán»
A pesar de esas dificultades, otro de los autores del Manual de Ateología, el escritor Héctor Abad, le expresa a BBC Mundo que es más fácil ser ateo en Colombia que en Irán, «donde si lo fuera y lo declarara podría ir a la cárcel».
«Aquí se me puede considerar un tonto o un loco o un inmoral, pero lo puedo decir y no me siento en peligro. Es fácil, es divertido, y a muchas personas incluso les llama la atención, porque muchos creyentes, en realidad, dudan muchísimo de sus creencias», añade.
Abad es un ateo que tiene un tío que es sacerdote del Opus Dei y otro que fue arzobispo de Medellín, la segunda ciudad más importante de Colombia.
«No creo que (ellos) me vean como un anticristo, pero sí hay algunos que me advierten que me voy a ir al infierno», dice.
Según el escritor, una vez un banquero le dijo que él se iba a condenar y que le propuso que le prestara 50.000 dólares al interés que el quisiera, «con una sola condición: usted me presta la plata en esta vida, y yo se la pago en la otra. No quiso hacerme el préstamo».
El editor del Manual de Ateología, José Manuel Acevedo, reconoció hace poco en el diario El Tiempo que algunos personajes se molestaron cuando les pidieron su testimonio para el Manual de Ateología.
Uno de ellos fue Vladimir Flórez, Vladdo, el más famoso caricaturista colombiano, quien después escribió una columna titulada Dizque ateo.
Vladdo le dice a BBC Mundo que una cosa es que él critique a la Iglesia Católica por posiciones y hechos como el celibato, la prohibición de usar anticonceptivos y los casos de pedofilia, y otra que él sea ateo o agnóstico.
«Del clóset deberían salir no sólo los ateos y agnósticos sino todos los que profesan o practican creencias y costumbres “mal vistas” por el conservadurismo, como los gays, las lesbianas, los antiuribistas vergonzantes, muchos ecologistas, los comunistas de corazón y así “subversivamente”», expresa Vladdo.
Todo hace parte de la controversia entre creyentes y no creyentes, que siempre ha habido en la historia de la humanidad, en algunos sitios con más intensidad que en otros.
Abad admite que la controversia sobre un dios enfrentará a los fanáticos, sean creyentes o no creyentes, como ocurre en Afganistán y en Corea del Norte, como sucedió en la Unión Soviética de Stalin y en China durante la revolución cultural.
«Yo soy un ateo manso y poco militante. Creo que todos debemos poder creer o no creer libremente», concluye el escritor.
Ya veremos que ocurre con este manual, en este país de tan limitada capacidad para actuar conforme a la razón.
¡Ah! y es un placer ser el primero en comentar este post, en tanto uno de sus (tal vez muy pocos) seguidores en el país "del sagrado Corazón".
¡Brindemos entonces por la sensatez, tan asfixiada en estas coordenadas del trópco americano; y saludemos esta iniciativa, que ojalá algún día este pueblo ahogado en sangre y tan perfectamente adoctrinado pueda comprender!
(Después de ver los videos)
Habrá que ojear las páginas del manual. Después de todo no han podido los editores y periodistas, en las entrevistas que Fernando ha colgado, evitar una presentación "politizada" de estos asuntos, y no deja de ser bastante patético que el señor Livio Caldas presente el texto como una forma de incrementar el "grado en la imagen intelectual de Colombia".
Es cierto que Colombia tiene una muy bien merecida fama de país inculto y atrasado, pero el (verdadero) mundo intelectual, que no tiene fronteras, muy probablemente no tendrá de que asombrarse ante las cosas que hayan escritas en ese libro, y es una verdadera lástima que sean este tipo de "provincianadas" lo mas cercano a una polémica declaración intelectual que se vea desde Colombia en los medios internacionales, como este blog (por supuesto, no estoy culpando a Fernando, sino a la pobreza de la vida pública intelectual de Colombia).
Ahora: la queja que hago un par de párrafos atrás no es gratuita. Es muy difícil hablar de cualquier fenómeno nacional sin hacer alusión directa o indirectamente a la tragedia que representa la historia de todos los tiempos en este país. Yo mismo no he podido evitarlo en las anteriores exclamaciones de escepticismo y júbilo que me arrancó el ver colgada esta noticia aquí (el manual ha sido bastante comentado por el "esnobismo" local, pero no sabía que había llegado a convertirse en noticia internacional).
Asi que vuelvo a ese inevitable tema: "salir del closet" es tal vez exagerar un poco; el ateísmo en colombia hace tiempo dejo de ser recusado y es mas bien visto como una extravagancia; a los ateos se les ve como a los "Hare-Krishna" o a cualquier etnia de costumbres "diferentes" (eufemismo con que muchos esconden un sentimiento despectivo hacia quien no consideran civilizado), por que aquí la razón sencillamente no participa de la vida y las decisiones públicas, y por ello no es ni siquiera una amenaza para quienes se benefician del statu quo.
Valgan estas lineas como contextualización e introducción (a mi juicio necesarias) para el debate que seguramente sigue luego de mis comentarios, como es costumbre en este blog tan bien atendido por algunos de sus muy inteligentes visitantes.
Felicitaciones a todos los colombianos y ánimo, pues con entrevistas así, el camino hacia la santidad atea está garantizado y obligado.
Pocas veces he visto una concentración mayor de lugares comunes de parte de la entrevistadora. El Dr Tito Livio ya se ganó un lugar en el cielo por la paciencia. Las tonterías que hay que soportar son como para convertirse al sufismo. Coraje!
Los lectores Colombianos podrían considerar una pequenia campania de difusión por e-mail de este sitio (y de otros de similar calidad) aprovechando la entrada que les concierne, cual es la actual sobre el lanzamiento del libro de referencia.
Me gustó mucho el comentario de DAVID BARRERA en cuanto a la "extravagancia" de ser ateo en Colombia, y me parece muy correcto.
Que tal extravagancia se vuelva estruendosa y así demuestre al resto que hay algo más allá de sus narices y rezos inútiles.
Dijo David:
a cualquier etnia de costumbres "diferentes" (eufemismo con que muchos esconden un sentimiento despectivo hacia quien no consideran civilizado)
Y sin embargo, esa denominación la utilizan los que presuntamente los defienden, no los que llamamos a las cosas por su nombre :-)
Coincido con Atilio en el tema de los lugares comunes. A mí también me pasa que cuando salgo del closet ateo me hacen exactamente esas preguntas tan pueriles.
Además del Tratado de Ateología habría que redactar el Manual de Estilo Periodístico Para Tratar Con Ateos Sin Preguntar Ridículeces.
Barullo: el canal Caracol, del que se extrajo esta entrevista, es uno de los canales mas vistos en la televisión colombiana, dedicado a presentar telenovelas cursis y realities, y ya es bastante asombroso encontrar allí una nota dedicada a algún proyecto intelectual.
Precisamente lo que hace difíclil sostener públicamente posturas racionales en este país es que la opinión pública carece de un criterio que le permita, por ejemplo, darse cuenta de lo pobres que son las preguntas que se hacen en esta entrevista, y de aquí mi escepticismo respecto a los alcances de un libro que está dedicado a defender una posición (el ateísmo) a la que sólo puede llegarse con el mas estricto apego a la razón. Seguramente veremos levantarse nubes de polvo eclesiásticas y conservadoras por esta publicación en los medios locales, pero dudo que el pueblo llegue a interesarse por la controversia de ideas que el ateísmo plantea, pues ni siquiera podrán las mayorías entender que la idea de Dios es controvertida.
Por eso la reticencia, visible en la entrevista, en diferenciar el ateísmo del anticlericalismo; este último tiene, efectivamente, una tradición en el país, pues se puede llegar a ser anticlerical por motivos puramente políticos, y el enorme poder político de la iglesia católica en Colombia ya le ha creado bastantes enemigos.
Pero para llegar a cuestionarse la idea misma de Dios se necesita de una mentalidad, por así decirlo, ilustrada, inexistente en la opinión pública colombiana (también en la iglesia, que en Colombia no ha necesitado apelar a complicadas construcciones teológicas para justificar sus posiciones).
Así que, siendo sin duda un paso notable, la publicación de este libro está muy lejos de significar un avance del ateísmo en nuestra opinión pública.
David:
Totalmente de acuerdo. Y no creo que por estas latitudes estemos demasiado avanzados con respecto a la situación en general. Decirse ateo es aceptarse como un bicho raro.
Barullo, David:
Las cosas se van a poner peor antes que mejor en Latinoamérica.
El día que comiencen a llegar al poder evangelistas se va a poner jodida la cosa. Muchos católicos indiferentes se volverán ateos por reacción, habrá polarización como se ve en EEUU.
De ninguna manera concluyo que el catolicismo sea mejor que el resto sino que la pesadez de la iglesia católica permitirá tal desarrollo de los eventos. Y eso es una pena porque, como objetivo transitorio al menos, una apertura y modernización de la iglesia con abolición del celibato dejando solo el voluntario, un riguroso control de los abusadores, actualización de la pompa, eliminación de ciertos dogmas, cambio de ciertas doctrinas, etc. podría mejorar la vida de muchos, ejercer unarelativa función pedagógica contra los oscurantismos mas histéricos y extender su vida perdiendo mucho de su amenaza.
PD. Mi posición respecto de la icar no debe ser comprendida como equivalente a la de Gustavo Bueno. Las diferencias son muchas pero el comentario no permite entrar en ellas y el autor tampoco lo desea.
"y así subversivamente," Excelente ahí. :D
Lo que me gusta de esta noticia es que viene de un lugar inesperado: Colombia. A mi siempre se me ha ocurrido que Colombia es mas catòlica que Mexico y por supuesto muchìsimo menos anticlerical que el pais de ese insigne filòsofo llamado Cantinflas.
Serà que ya estàn sonando las campanas por la ICAR en Sud Amèrica?
Ya era hora.
Simbol:
De hecho, Colombia si és mas católica que Mexico y probablemente más que cualquier otro país de latinoamérica.
En el fondo ello explica, creo yo, la existencia de este proyecto editorial: se sabe que entre más transgresora o herética parezca una obra literaria más éxito tiene en el mercado, y por eso imagino que poner a rodar un libro como el manual por las librerías colombianas, que al fin y al cabo se dedica a un tema que ha estado desde hace mucho tiempo entre las publicaciones especiales para intelectuales; poner tal libro a disposición del "gran público", digo, probablemente obedece más a una brillante iniciativa de negocio que a un verdadero interés por poner en la palestra pública la controversia antirreligiosa, que la mayor parte de los habitantes del país nisiquiera considera posible (y esto lo saben, con toda seguridad, los escritores que colaboraron en el proyecto, como se ve entre líneas en la siguiente frase de Hector Abad:
«Aquí se me puede considerar un tonto o un loco o un inmoral, pero lo puedo decir y no me siento en peligro. Es fácil, es divertido...», etc.
en la que se ve como, por un lado, Abad no espera ser confrontado con argumentos sino ser simplemente señalado como un "anormal" por quienes se escandalicen por su escrito y, por otro lado, que no se toma muy en serio la tarea de refutar la fe, al decir que "es fácil" (puesto que, por lo anterior, no valdría la pena gastar muchas neuronas elaborando una refutación compleja para una mayoría de lectores conservadores e ingenuos que simplemente están ávidos de estimular su morbo)).
De haberse publicado en algún país europeo o incluso en la Argentina (no sé en Mexico) un libro como el manual no tendría más éxito que cualquiera de los otros cuadernillos que el mundo esnobista publicita en los suplementos dominicales.
Pero en Colombia, donde la iglesia llena sin problemas estadios de fútbol para rezarle al Espíritu Santo, el negocio está garantizado (¡y la publicidad es gratís, pues habrá escándalo!).
Corrijo: "especializadas" en lugar de "especiales para intelectuales" (segundo párrafo)
David
Tu conoces tu pais mejor que yo, pero no deja de ser una aventura intelectual pregonar comer carne entre vegetarianos.
Tampoco estoy muy seguro que el interès sea pecuniario, pues este tipo de publicaciones no producen mucha plata, salvo en mercados como el anglosajòn, no tanto por el tema como por el tamaño de ese mercado.
Y en cuanto a lo de fàcil, la verdad es que el tema no es muy difìcil porque no hay nada nuevo en esta vieja pòlemica entre fe y ateismo. Cuando mas uno que otro addendum como el "ajuste fino" o inventos en lengua castellana de quimeras mitològicas como ese de los "ateos catòlicos".