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  1. Los "milagros" de Lourdes

    viernes, septiembre 16, 2005


    © Carl Sagan (*)

    En 1858 se informó de una aparición de la Virgen María en Lourdes, Francia; la Madre de Dios confirmó el dogma de su concepción inmaculada que había sido proclamado por el papa Pío IX sólo cuatro años antes. Algo así como cien millones de personas han ido desde entonces a Lourdes con la esperanza de curarse, muchas de ellas con enfermedades que la medicina de la época no podía vencer. La Iglesia católica romana rechazó la autenticidad de gran cantidad de las curaciones llamadas milagrosas: sólo aceptó sesenta y cinco en casi un siglo y medio (de tumores, tuberculosis, oftalmitis, impétigo, bronquitis, parálisis y otras enfermedades, pero no, por ejemplo, la regeneración de una extremidad o una columna vertebral partida). De las sesenta y cinco curaciones, hay diez mujeres por cada hombre. Las posibilidades de una curación milagrosa en Lourdes, por tanto, son de una en un millón; hay tantas posibilidades aproximadas de curarse después de una visita a Lourdes como de ganar la lotería, o de morir en el accidente de un vuelo regular de avión. Incluso el que va a Lourdes.
    La tasa de remisión espontánea de todos los cánceres, agrupados, se estima entre uno por cada diez mil y uno por cada cien mil. Si sólo el cinco por ciento de los que van a Lourdes fueran a tratarse un cáncer, debería de haber entre cincuenta y quinientas curaciones "milagrosas" sólo de cáncer. Como sólo tres de las sesenta y cinco curaciones atestiguadas son de cáncer, la tasa de remisión espontánea en Lourdes parece ser inferior que si las víctimas se hubieran quedado en casa. Desde luego, si uno se encuentra entre los sesenta y cinco curados, será muy difícil convencerle de que su viaje a Lourdes no fue la causa de remisión de la enfermedad. Post hoc, ergo propter hoc. Algo similar parece ocurrir con los curanderos individuales.
    Después de oír hablar a sus pacientes de supuestas curaciones por la fe, un médico de Minnesota llamado William Nolen pasó un año y medio intentando analizar los casos más asombrosos. ¿Había alguna prueba médica de que la enfermedad estuviera realmente presente antes de la "curación"? Si era así, ¿había desaparecido realmente después de la curación, o era sólo lo que decían el curandero o el paciente? Descubrió muchos casos de fraude, incluyendo la primera revelación de "cirugía psíquica" de América. Pero no encontró ningún ejemplo de curación de ninguna enfermedad orgánica seria (no psicogénica). No había casos de curación, por ejemplo, de cálculos biliares o artritis reumatoide, mucho menos de cáncer o enfermedades cardiovasculares. Cuando se rompe el bazo de un niño, apuntaba Nolen, la recuperación es completa sometiéndole a una sencilla operación quirúrgica. Pero si se lleva el niño a un curandero muere en un día. La conclusión del doctor Nolen: "Cuando los curanderos tratan enfermedades orgánicas graves son responsables de una angustia e infelicidad inauditas. Los curanderos se convierten en asesinos".
    Incluso en un libro reciente que defiende la eficacia de la oración en el tratamiento de la enfermedad (Larry Dossey, Palabras que curan) se plantea la preocupación de que algunas enfermedades se curan o alivian más fácilmente que otras. Si la oración funciona, ¿por qué no puede curar Dios un cáncer o hacer que crezca una extremidad perdida? ¿Por qué tanto sufrimiento evitable que Dios podría impedir fácilmente? ¿Por qué Dios necesita que se le rece? ¿No sabe ya qué curaciones debe realizar? Dossey también empieza con una cita del doctor Stanley Kripner (descrito como "uno de los investigadores más autorizados de la variedad de métodos de curación heterodoxa que se usan en todo el mundo"): "los datos de investigación sobre curaciones a distancia, basadas en la oración, son prometedores, pero demasiado dispersos para permitir sacar una conclusión firme".
    Eso después de muchos billones de oraciones a lo largo de los milenios.


    (*) Fragmento del capítulo "Obsesionado con la realidad", incluido en El mundo y sus demonios (1995).
    Homenaje por los 10 años de la publicación de este libro imprescindible.

  2. 27 comentarios:

    1. Quien cura a los enfermos de nada y les da a otros unos tiernos empujoncitos a la tumba, deberían llamarla Virgen de los Estragos, que los milagros me los dejo para dar besos y crear silencios con palabras.

    2. Anónimo dijo...

      Unos datos respecto a los "milagros de Lourdes", en Francia, para que investigues. Recordá que la Iglesia acepta algún hecho como milagroso, cuando se trata de una mejoría o bien que se produce sin intervención de las leyes físicas, y en forma inmediata, por lo que la ciencia no puede explicar con rigurosidad estos hechos. De todos modos, son muy pocos los hechos certificados como milagros por la Iglesia, pero existen miles a los que les falta o no se ha podido comprobar algún requisito de rigurisodad científica y teológica.
      Yo no creo por ver milagros, pues eso entiendo que es desafiar a Dios. Yo creo por fe. Me baso en indicios que me dan una seguridad similar a la que usan muchos científicos a la hora de explicar elementos del universo que no pueden ser demostrados empíricamente.
      Podés comprobar los nombre, fechas y hechos en general. Te doy esto para que lo investigues a fondo y así me podés informar, para aprender.
      Decía un escritor cristiano, respecto a este tema: "Si aquí hubiera fraudes, con la cantidad de espías emboscados y ojos escudriñadores que se dan cita en estos asuntos de la Iglesia, los escándalos habrían sido monumentales y aún se oirían los ecos. ¿Oyes tú algo?".
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      Desde 1882 funciona en Lourdes una Oficina de Comprobaciones Médicas. Han desfilado por esta Oficina más de 35.000 médicos. Esta Oficina acepta la inscripción de todo médico que lo solicite, cualesquiera que sean sus creencias religiosas, nacionalidad, etc. De hecho los ha habido católicos, protestantes, judíos, hindúes, y hasta ateos racionalistas. En miles de casos han declarado que la curación fue inexplicable desde el punto de vista médico.
      Han pasado más de un millón de enfermos por Lourdes . En los archivos de la Oficina Médica de Lourdes hay más de 7.000 expedientes de curaciones inexplicables por la Medicina. De éstos la Comisión Eclesiástica sólo ha aceptado 67 casos como auténticos milagros. El penúltimo fue una repentina recuperación de una esclerosis múltiple, ratificada por la Iglesia el 14 de Noviembre de 1998 (fue el milagro número 66). En el año 1999, 19 enfermos declararon que habían sido curados. Según Patrick Theillier, jefe de la Oficina Médica, seis de ellos son casos legítimos (aunque aun no han sido declarados tales): una hernia de disco, dos tumores de ovarios, un cáncer de mama, una sordera y una lesión de la piel. Otra curación destacada (tampoco certificada aun como milagro) es la de Giulia Mongelli Tofani, paralítica total desde hace años; quien acudió en otoño de 2003 en peregrinación a Lourdes desde Roma y volvió curada.
      No es que los demás no sean milagros. Es que la Iglesia es rigurosísima antes de declarar un hecho como milagroso, y un hecho milagroso auténtico puede no ser reconocido como tal por la Iglesia por falta de algún requisito. Dios no hace milagros para que sean comprobados científicamente, sino como respuesta a la oración de las personas que se lo piden con fe, aunque falten requisitos para una comprobación científica. La Comisión Médica estudia cada año unos 30 casos sorprendentes, que documenta y conserva en sus archivos; seguro que se dan más milagros, tantos como personas se acercan con fe y devoción a este santuario mariano; porque no solo se trata de curaciones físicas milagrosas que sí se ven, sino también de curaciones del espíritu, del alma; que son más difíciles de documentar y archivar.
      El rigor de la Iglesia en aceptar hechos milagrosos nos debe dar confianza en los casos que la ella acepta como tales. El enfermo es examinado por los médicos antes y después de la curación. La existencia de la enfermedad tiene que constar antes de la curación con pruebas clínicas: radiografías, biopsias, encefalogramas, análisis bacteriales, etc., según lo demande la naturaleza de la enfermedad.
      Quedan excluidas de antemano todas las enfermedades que sean puramente nerviosas o psiquicas. Tiene que tratarse de enfermedades orgánicas, no puramente funcionales. La curación debe ser científicamente inexplicable, por no haberse aplicado tratamiento adecuado, debe ser instantánea y duradera. Se somete al enfermo a observación durante un al menos año. Sólo entonces la Oficina de Comprobación afirma que "la curación es inexplicable", científicamente hablando. Hasta 250 médicos pueden llegar a examinar esos antecedentes y a llevar al paciente de aquí para allá, en el curso de un proceso que dura hasta tres años. Si la curación resiste todavía este escrutinio, el caso es transferido al comité médico internacional, 20 expertos, nuevamente no todos católicos, que se reúne anualmente para decidir sobre estas cuestiones. Uno o dos especialistas en la enfermedad correspondiente se harán cargo del paciente, al que convocarán a nuevas pruebas y a un nuevo examen de su historial. Por último, presentarán el caso a sus colegas para que voten. Si es afirmativo, recién ahí pasa a consideración del Obispo para "comenzar" el análisis para la "posible" aprobación del milagro por parte de la Iglesia.

      Un caso famoso es el de la enferma Marie Bayllie Ferrant , que fue examinada por Alexis Carrel, Premio Nobel de Medicina, ateo convertido luego de esta experiencia. Él mismo cuenta el caso en su libro Viaje a Lourdes. Acompañaba por curiosidad una peregrinación de enfermos a Lourdes. Era escéptico. Entre los enfermos escogió a Marie Bayllie por parecerle que era el caso más desesperado. Llegó a decir: "Si esta enferma se cura, sería un milagro verdadero. Entonces yo creería" . La enferma tenía peritonitis tuberculosa en último grado. Él mismo la había desahuciado como un caso perdido. Sin embargo en Lourdes, ante los ojos atónitos de Alexis Carrel, aquel abdomen voluminoso descendió instantáneamente a su volumen normal. Él examinó a la enferma y la encontró curada. Cumplió su palabra. Se convirtió al catolicismo, y murió católico.
      El doctor Leuret , ex Jefe de la Oficina Médica de Lourdes ha publicado un libro, traducido al español por la Editorial FAX titulado Curaciones milagrosas modernas, donde se narran varios casos con los nombres de los enfermos, reproducciones de las radiografías, etc., y las firmas de los médicos que certifican las curaciones inexplicables desde el punto de vista científico.

    3. Anónimo dijo...

      Hola Fernando. Por razones laborales y profesionales no voy a dar mi opinión acerca de las expresiones de algunos/as foristas. Fue por ver tan repetidamente esas "expresiones" que decidí no participar de este foro, al que tan amablemente me invitaste hace un tiempoy yo visité en algunas ocaciones.

      Sabés que soy católico, practicante, creyente de verdad, no fundamentalista ni extremista de ningun modo, soy conciliador, según mis amigos "disidentes" tengo una gran empatía y trato de vivir según mi fe. Hasta ahora he vivido bien (no me refiero a lo económico) y -por suerte- he podido hacer muchos amigos cuyos pensamientos son diametralmente opuestos a los míos.

      Coo dije, yo he visitado este foro en algunas ocaciones. Pero decidí participar esta vez porque vi en el mensaje que me enviaste hoy como una doble (o repetida)invitación, y me pareció que sería desagradecido no acceder a la misma. Repito no lo hice antes porque realmente leí mensajes que ni el máximo de los anti-cristianos los hubiera escrito (aunque los piense) ...

      Yendo al tema en cuestión, he hecho copy&paste del último mensaje que te envié privadamente, al solo efecto de compartirlo con los demás foristas, para que investiguen, no para que "mágicamente" crean en Dios. Pues nadie puede decir "Jesús es el Señor" si el Espíritu Santo no lo anima. Y obviamente el ateo ni si quiera cree en lo inmaterial.

      Como vos sabés muy bien, me agrada sobremanera el debate de ideas, pero rechazo totalmente los insultos y la falta de empatía.

      Gracias por invitarme, pero prefiero seguir privadamente, para poder debatir.

      Saludos.

    4. Greg dijo...

      Marcelo,
      en lugar de tirar datos a la cabeza de la gente, ¿por qué no vuelves a leer el post? Verás que no se dice que las curaciones espontaneas son falsas sino que hay incluso... demasiado pocas!
      Además de añadir que lo "inexplicable desde el punto de vista científico" es... simplemente inexplicable. No demuestra para nada algún tipo de intervención divina.

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      Hola Fernando,

      Había echado un ojo a tu blog después de tu visita a uno mio sobre los trolls en general, subtema "Irichc" en lo que te concierne.

      Esta vez, he prolongado mi estancia aquí y la verdad es que me gusta la calidad (sin peloteo) de lo que publicas y escribes. Veo que coincidimos en intentar traer un poco de racionalidad a este mundo, cosa que por mi parte hago desde este otro blog sobre el catoli-cinismo.
      Te invito con mucho gusto a participar a la redacción de ¿Formatear?"

      Un saludo

    5. Anónimo dijo...

      Marcelo, permítame una observación: Todos debemos saber disfrutar de un debate en foro público sin necesidad de abandonarlo ante un insulto. Si así hiciéramos, cualquiera que pretendiese boicotear uno de esos foros no tendría más que lanzar algun improperio bien dirigido para lograr hundilo por huida general. ¡Qué fácil sería pues terminar con los debates públicos! ¿Qué sencillo eliominar el intercambio de ideas! Piense que compartir opinión siempre es bueno, y disentir sobre las opiniones compartidas más aún. Si le molesta un insultador en el foro yo sugeriría que le ignorase a él, pero no a todos.
      Pero es sólo mi punto de vista.
      Sin autoridad para ello me tomola libertad de reactivar la invitación de Fernando.

    6. Anónimo dijo...

      QUEBRANTAPAJAROS: La secuencia sería: miserias para muchos, indiferencia para algunos, milagros para unos pocos.

      MARCELO: agradezco tus comentarios, pero buena parte de lo que compartís con nosotros en el mensaje que "copiás-pegás" queda razonablemente refutado por la reflexión de Carl Sagan sobre el asunto. A pesar de que en su momento busqué información sobre la mentada oficina en Lourdes, no encontré nada que contradijera las explicaciones racionales de las supuestamente "milagrosas" curaciones. Como dice Sagan, sería importante tener constancia fehaciente de los casos antes, durante... pero también después. O presenciar el crecimiento de un miembro amputado. Además, como dejo entrever en mi artículo sobre las oraciones, lo ridículo de todo esto, es que si hubiera un Dios curador sería más benévolo si se dedicara o bien a evitar las enfermedades, o bien a destinar a la humanidad los avances médicos necesarios para curarlas o bien a sencillamente curar cada cosa sin oración de por medio. El caso de Alexis Carrell es curioso, sobre todo porque su supuesto ateísmo es puesto como prueba de lo escéptico que podía ser ante estos casos. Desconfío de la integridad de ese ateísmo, sobre todo porque se supo que después este sabio ganador del Nobel se dedicó a ofrecer estrambóticas teorías sobre la "estructura fractal" del agua bendita y su "estado primordial". Por lo que entendí de lo que he leído (confieso, puedo equivocarme), creía tanto en los milagros de Lourdes como en que el agua bendita podía curar el cáncer. En fin.
      Resulta interesante, Marcelo, lo que comentás acerca de que "nadie puede decir ‘Jesús es el Señor’ si el Espíritu Santo no lo anima". Parece que consitiera la posibilidad de que al Espíritu Santo le interesa animar a algunos y a otros no le interesa hacerlo. ¿A todos nos anima el Espíritu Santo? ¿A Hitler lo animaba? Ha sido muy animoso a veces, entonces.
      Respeto tu decisión de no debatir en público y me limitaré sólo entonces a dar públicamente esta respuesta. Gracias.

      GREG: Me sorprendió el paseo por tu blog. La dosis de ironía que exuda la página se me apetece devastadora. La recomiendo no por devolución de gentilezas: la parodia informática sobre el adoctrinamiento religioso me parece excelente. Gracias. Te recomendaré y visitaré más seguido.

    7. Anónimo dijo...

      CONTROL:_ZAPE: Lo malo es que muchas de las quejas de Sagan en ese entonces siguen vigentes. Para mal de la humanidad.

    8. Fernando. Pienso que los "miracolos" de jesús y su séquito de santos mayores y menores, certificados o no por un médico, tienen más que ver con la profecía autocumplida que con la medicina. Se trata más de psicoanálisis que de biología. La salud o la enfermedad son estados de la conciencia. Para bien o para mal.

    9. Anónimo dijo...

      PATRI: Me parece que la salud o la enfermedad dependen muchas veces pero no toda de la cabeza del enfermo o del sano. Pero no siempre. Una dermatitis (siempre momentánea) puede estar producida por la idea de que un insecto nos picó, aunque no haya sido así. Una indigestión (casi siempre momentánea) puede producirse por la convicción de que hemos comido una hamburguesa envenenada. Pero un cáncer o una herida cortante en el cuello, por dar dos ejemplos al azar, no dependen de si uno se autoconvence de que ese tumor no es maligno o eso no está sangrando.

    10. Fernando. Me refería a los "sanados milagrosamente" en Lourdes. Pensaba en esos casos de enfermos crónicos cuando decía que se trataba de una profecía autocumplida: se curaron (si es que cierto) porque querían curarse por esos medios mágicos y en ese lugar. Se curaron (si es que les duró la sanación) porque creían más en esa estatua de cerámica con los labios pintados que en la medicina. Y no seás tramposo: un cáncer (que crece de adentro hacia afuera) no es lo mismo que un gil te apuñale (de afuera hacia adentro) tratando de robarte en una esquina.

    11. Anónimo dijo...

      PATRI: OK, no será lo mismo pero deriva en lo mismo: adentro y afuera podés terminar muerto.

    12. Correcto, mi querido. Todos vamos a morir. El asunto es que un médico te hilvane al bies un corte en el cuello o que te extirpen un nódulo con sufijo en "oma" de una teta, y otra que un agua y una estatua sobada te ahorren el paso por la sala de operaciones. Antes o después, todos moriremos. El tema es pensando o creyendo en qué. Te aviso que yo el viaje a Francia lo usaré para otras cosas y que si me aparece un "oma" no pienso dilatar mi turno de morir. Estás avisado. Te quiero,

    13. M G dijo...

      Interesante... Algunas verdades y datos sobre misticas curaciones... interesante...

      http://deliriosinthesky.blogspot.com

    14. Anónimo dijo...

      PATRI: Una visita a París te va a convertir, definitivamente, en La Maga.

      MG: Gracias por tu invitación

    15. Anónimo dijo...

      Como dijo Hume, un milagro presupone la suspension de las leyes naturales. Aunque esto ya no parece ser tan cierto en presencia de la mecanica cuantica, podria decirse que a escala humana siguen siendo cierto este postulado. Como dijo Sagan interpretando a Hume, afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias, y en este sentido confieso que me tienen harto los milagros improbados en el campo medico. Por que diablos dios no muestra su poder con un milagro de los que todos podriamos ser testigos? Por ejemplo, eliminar los impuestos sin que se afecte para nada la vida economica del pais. No habria dinero inorganico, no habria inflacion, se pagarian los salarios de los maestros, de los milicos, se daria mantenimiento a la infraestructura, etc, y todo eso sin deficit Y SIN IMPUESTOS. Esto si seria un milagro y no esos milagros al detal que supuestamente ocurren en Lourdes y cuyo control de calidad esta cargo de la iglesia catolica, que es juez y parte.

    16. Anónimo dijo...

      ANÓNIMO: Lo tuyo me recuerda a aquella sugerencia de Woody Allen: "Si Dios me diera una señal... como depositar dinero en mi cuenta".

    17. Seba dijo...

      Me pregunto (para no arrogar a mi persona de ciega seguridad) si aquellos primeros seres humanos le habrán llamado milagro a ese espíritu movedizo, resplandeciente de colores rojizos (milagro a veces generado por otro milagro estridente proveniente del cielo); porque luego, cuando supieron generarlo y controlarlo, le llamarían fuego.

      Muchas gracias por el blog, me resultó de mucho interés y de seguro seré asiduo visitante en el futuro. Un abrazo.

    18. Anónimo dijo...

      SEBA: Muchas gracias. La pregunta que hacés no es gratuita. Bien valdría repetir esa pregunta: ¿hasta cuándo le vamos a llamar "Dios" a todo lo que ignoramos?

    19. "¿Hasta cuándo le vamos a llamar Dios a todo lo que ignoramos?". Inmejorable principio y/o final de poema.

    20. Greg dijo...

      Me mola la pregunta. Me la llevo pa' España :-D

      Hasta luego (sigo visitando)

    21. Greg dijo...

      -Fuera de tema-

      Medio en broma: Como podéis ver, poco más de 500 años más tarde los europeos seguimos con las mismas costumbres: llevarnos para Europea lo que nos mola de America latina (*). Con la única diferencia que hemos pasado del pillage material al pillage intelectual...

      (*) Además/como siempre, sin pedir permiso .... aunque citando a este blog como autor ;-)
      Nadie es completamente imperfecto :-D

    22. GREG: Para el caso, prefiero que no pidás permiso pero cités al autor, ¿no? Como se dice en la Argentina: Entre fantasmas, no nos vamos a pisar la sábana...

    23. Anónimo dijo...

      ¿Acaso Dios hara milagros en satanas que desde un principio de su rebelación está condenado al infierno?,¿Entonces como ustedes que se rebelan en su contra y van por el mismo camino creen que recibiran milagros?,¿O que te crees de reclamar milagros cundo ni siquiera crees en Dios?, mi mensaje es a quien correspone quien lo lee sabe bien a quien me dirijo.

    24. Unknown dijo...

      hola Fernando,no es ke yo crea ciegamente en los milagros,pero hay un caso en conkreto ke asta al amigo Sagan dejaria en duda,busca informacion sobre la virgen del pilar y el cojo de calanda,kizas entonces veas ke tambien crecen miembros amputados,saludos.

    25. José L. dijo...

      De científico ateo a científico creyente:

      Mi madre, católica, solía tener trípticos marianos en casa. Un día leí uno acerca de las Apariciones de Fátima donde se produjo el denominado "milagro solar" (el Sol bailó en presencia de 80.000 personas, hecho recogido incluso por periódicos de tendencia anticlerical como "O século").
      Una de las videntes, una carmelita llamada Lucía, escribió en sus "Memorias de Lucía" que la Virgen les había advertido que una señal en una noche en el cielo indicaría el inicio de una guerra todavía peor que la Priemera Guerra Mundial.

      Pues -aquí entro yo- entonces yo era universitario, comunista (comunista con el dinero de mis padres) y ateo, por supuesto. Un día en la Universiada cayó en mis manos un libro "Iniciación a la Meteorologia Agrícola" (Editorial Mundi Prensa, autor José Luis Fuentes Yagüe) y en su página nº 28 leo: "LA AURORA BOREAL DEL 25 DE ENERO DE 1938, QUE FUE VISIBLE DESDE ESPAÑA".

      Os podéis imaginar el resto.

      José L.
      Doctor Ingeniero Agrónomo

    26. Ernesto luis oliva dijo...

      Me sorprende la poca "potencia milagrera" de éstos santos,parecen brujos de utilería! vírgenes que lloran, santos que sudan la gota gorda,la virgen que le da un mensage a las niñas perp que no revelan hasta muy tarde y el mensaje revelado (por fín!) no dice nada! Que recemos más que la virgen está triste, todo muy infantil,para seducir a niños del primario.
      Propongo santos de 5 estrellas,potentes!: qué tal la aparición para mañana de 25.000 casas nuevitas para la Villa 31.? Eso es un milagro,no boludeces!!.Vamos santos, a milagrear en serio!!!

    27. Los que no creen en milagros les digo, Dios no les da señales a los soberbios, a los orgullosos a los que le dan la espalda a sus madamientos y les digo tambien que la palabra de Dios segun el evangelio es como la parabola de la semilla que se arroja entre espinos o tambien entre piedras y no florece o en tierra fertil que ahi si crece y fructifica asi es que los que no creen en Dios y su palabra pues no son tierra fertil para fructificar son esteriles.
      El que se ensalsa sera humillado y el que se humilla sera glorificado.