La visita de Benedicto XVI a Brasil, en lo que constituyó su primer viaje a América Latina, ha sido, como podía esperarse, un rosario de fracasos: fue un fiasco de convocatoria, toda vez que la asistencia de feligreses a los actos presididos por el pontífice alemán quedó muy por debajo de lo esperado y, desde luego, no fueron ni la sombra de los encantamientos de masas que lograba en la región su carismático predecesor polaco. Fue un fracaso institucional, en la medida en que Joseph Ratzinger no fue ideológicamente capaz de dar a la V Conferencia del Consejo Episcopal Latinoamericano y del Caribe (Celam) la perspectiva de modernización de la que tan urgida se encuentra la pastoral católica en esta parte del mundo. Y, sobre todo, fue un fracaso del entendimiento: Benedicto XVI dio abundantes pruebas de que no comprende, o de que no le interesa, la acuciante problemática de los pueblos del subcontinente, y de que no está dispuesto a escuchar a quienes se la plantean, como su anfitrión Raymundo Damasceno Assis, obispo de Aparecida, quien le recordó a la máxima autoridad católica del mundo que los países latinoamericanos estamos «lejos de resolver nuestras graves cuestiones sociales, entre tantas otras, la miseria y la violencia».
El subcontinente enfrenta dramas nunca resueltos, como la pobreza, la desigualdad, la insuficiencia educativa, la insalubridad, la corrupción de las elites gobernantes, la discriminación de los pueblos indígenas, la situación de catástrofe de la mayor parte de los campesinos, las persistentes afrentas a los derechos humanos y la desintegración del tejido social provocada por las políticas neoliberales; se encuentra, además, ante fenómenos de nuevo cuño, como la crisis de representatividad y legitimidad de las democracias formales; el incremento de la violencia delictiva, la eclosión de una diversidad social no prevista en los modelos institucionales y legales, y la creciente escisión entre propuestas económicas alternativas y con visión social, nacional y regional, por un lado, y la persistencia, por el otro, del recetario ideado por el llamado Consenso de Washington, puntualmente aplicado por gobiernos que se dicen formalmente democráticos, pero de orientación claramente oligárquica. Con ese telón de fondo, los exhortos de Benedicto XVI a la preservación de supuestos «valores morales universales», como la virginidad, la castidad y el matrimonio sacramental, su demonización del aborto y la eutanasia, así como la puerilidad de su única alusión al gravísimo problema del narcotráfico –«Dios les pedirá cuentas a los narcos»– resultan inevitablemente superficiales y hasta frívolas, por más que procedan de dogmas teológicos medievales.
La impertinencia de estos mensajes se queda corta frente al abierto agravio de la mentira histórica en torno a la evangelización de América, la cual, en su opinión, «en ningún momento supuso una alienación de las culturas precolombinas ni fue una imposición de una cultura extraña». No viene a cuento desconocer ni minimizar el incuestionable componente católico de la cultura latinoamericana contemporánea, pero el negar que éste fue impuesto a sangre y fuego y que pasó por la destrucción de las culturas nativas es tan ofensivo como lo son los ensayos revisionistas según los cuales el exterminio de los judíos en la Alemania nazi nunca tuvo lugar.
Al dar la espalda a Latinoamérica, el antiguo perseguidor de los teólogos de la liberación da la espalda a su propia Iglesia en los países de la región. Para los curas y obispos brasileños, cuyos fieles han pasado de 89 a 64 por ciento de la población en un lapso de 27 años, no va a ser fácil asimilar la consigna papal de que «la Iglesia no hace proselitismo», ni comprender la directiva de que la institución debe apostar su crecimiento a la «atracción de Cristo» y a la «sed de Dios» que Benedicto XVI cree ver en los habitantes de América Latina.
A pesar de la despiadada persecución desatada en décadas anteriores por el propio Ratzinger contra la teología de la liberación y los religiosos que se han atrevido a ejercer la opción preferencial por los pobres, persisten en el catolicismo latinoamericano fuertes núcleos de una Iglesia popular y progresista, y es probable que se hagan escuchar, pese a todo, en la V Celam, inaugurada ayer. Puede darse por descontada, también, la reacción de las jerarquías eclesiásticas oscurantistas, integrantes de las oligarquías políticas y económicas y gratas al actual pontífice. En todo caso, en esta región del mundo se ha evidenciado que la Iglesia católica enfrenta una orfandad de dirección y guía.
Apenas el Papa dejó Brasil, Lula ratificó que Brasil es un estado laico
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva reafirmó que el estado laico garantiza la democracia y la convivencia de religiones en Brasil, tras la visita del papa Benedicto XVI a su país, marcada por discusiones sobre el aborto y la influencia de las iglesias pentecostales. El carácter laico del estado «está en nuestra Constitución», dijo Lula en su programa semanal de radio. «Además, es importante que en Brasil tengamos siempre como principio respetar las más diversas religiones existentes. Hay muchas religiones en Brasil y debemos convivir de la manera más respetuosa y democrática posible. Por lo tanto, estoy convencido de que el Estado laico es una garantía de sustento democrático», subrayó Lula.
El mandatario, que el jueves mantuvo una audiencia de cerca de una hora con el Papa, apreció el compromiso del Sumo Pontífice con asuntos sociales como la violencia y la pobreza, y dijo que le pareció mucho menos «conservador» de lo que creía. Voceros oficiales de Venezuela aseguraron ayer que no hay ninguna razón para pensar que cuando el Papa Benedicto XVI habló en Brasil de «autoritarismo» se refirió al gobierno del presidente Hugo Chávez. «No entiendo por qué hay que interpretar que las palabras del Papa se refirieron a Venezuela», dijo el ministro de Comunicación William Lara, en una entrevista por el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV).
Ver también: La involución papal.
Fer:
posiblemente te guste mi blog
http://soy13.blogspot.com
Saludos
Esta es la cronica de un periodista ultraizquierdita contra un papa reaccionario en lo social y religioso; y centrista en lo economico en tanto el periodista casi descubre que el Papa es el presidente del Fondo Monetario Internacional en sus buenos tiempos.
Lean lo que dice B16 y comparenlo con lo que dice el periodista, precisamente aquí:
"y la creciente escisión entre propuestas económicas alternativas (léase Chavismo populista y curas de la Telogía de la liberación) y con visión social, nacional y regional, por un lado, y la persistencia, por el otro, del recetario ideado por el llamado Consenso de Washington, puntualmente aplicado por gobiernos que se dicen formalmente democráticos, pero de orientación claramente oligárquica. (Chaves no es formalmente democrático sino realmente tan democrático que detro de 8 dias cerrará una televisora porque no lo trata "objetivamente")
Dice el fablistán además, que
"Puede darse por descontada, también, la reacción de las jerarquías eclesiásticas oscurantistas, integrantes de las oligarquías políticas y económicas y gratas al actual pontífice."
Y lo que dice Ratzi:
APARECIDA, Brazil, May 13 — In a major speech on Sunday, Pope Benedict XVI condemned capitalism and Marxism as “systems that marginalize God” and urged the Latin American clergy to feed people’s spiritual hunger as the way to ease poverty and halt the Roman Catholic Church’s steady decline in the region.
NY times -14 de Mayo
Fernado, en una escala de 1 a 10, que grado de objetividad le asignarias al periodista, siendo diez el mas objetivo. Yo le doy menos 1. Yo que tu no lo tomaría ni como corresponsal de Razón Atea, que no oculta su parcialidad en materia religiosa.
Con el de Benedicto XVI y el de Jesús ya van dos fracasos sonados del cristianismo en este blog.
A pesar de la despiadada persecución desatada en décadas anteriores por el propio Ratzinger contra la teología de la liberación
¿Fusilaron a alguno? Lo digo porque al revés sí (Cuba).
SOY13:
Gracias por la invitación.
SIMBOL:
Que no vaya a leerse, por favor, la inclusión de este editorial como un apoyo implícito al chavismo por el solo hecho de criticar los dichos de Ratzinger en Brasil. Sería una lectura muy simplista. Lo que me daba el editorial, a costa de la elíptica venia a Chávez (más por la postura del medio que por este artículo en sí), era la focalización en algunos aspectos que ciertamente tienen que ver con la futilidad de la prédica papal. Para mí, el aspecto central se resume en estas palabras:
"[Frente a los verdaderos problemas que afronta Latinoamérica] los exhortos de Benedicto XVI a la preservación de supuestos «valores morales universales», como la virginidad, la castidad y el matrimonio sacramental, su demonización del aborto y la eutanasia, así como la puerilidad de su única alusión al gravísimo problema del narcotráfico –«Dios les pedirá cuentas a los narcos»– resultan inevitablemente superficiales y hasta frívolas, por más que procedan de dogmas teológicos medievales".
Y, por otra parte, el recuadro con que acompaño al texto de La Jornada:
"Apenas el Papa dejó Brasil, Lula ratificó que Brasil es un estado laico"
Con esto relaciono el fracaso de la visita de Ratzinger. Después podemos analizar otro fracaso, que ni siquiera necesita ser denunciado, y es el de Cuba, el de Venezuela y los de Argentina. Digo "los" porque a la vergüenza del gobierno militar (apoyado por el grueso de la Iglesia) y del menemismo (ídem) le han seguido políticas impresentables, encarnadas por el inimputable De la Rúa y el payasesco Kirchner.
P.D.: En cuanto al nivel de objetividad que le puedo asignar a este editorial es 2 o 3: es un editorial y, por tanto, un escrito de opinión. La opinión no es objetiva, sino no sería opinión.
IRICHC:
No fusilaron a ninguno, aunque sí lo hacían antes.
Reconozco que no tengo ni idea de hacia donde se decanta el periódico "La Jornada" de México. Parece que muy conservador no es, y algunas frases, como apunta Simbol, tienen un cierto olor a naftalina. En concreto, me ha chocado alguna como
... del recetario ideado por el llamado Consenso de Washington, puntualmente aplicado por gobiernos que se dicen formalmente democráticos, pero de orientación claramente oligárquica.
parace de un sesentayochismo un tanto trasnochado, ¿no?, vamos, como el inefable hispánicus, pero al contrario.
Leyendo esto, da ganas de gritar "a las barricadas, a las barricadas", en fin. ¿Alguien conoce algo más de dicho periódico?
FERNANDO:
"¿Alguien conoce algo más de dicho periódico?"
Es una pregunta ideal para Yahoo! Respuestas. ¡A las barricadas!
Toledo
En ningun momento he pensado que apoyaras Chávez, para hacerlo hay que tener bastantes gramos de fascismo en el cerebro o una ignorancia supina. Pero el periodista si lo apoya y siente un inefable entusiasmo por este nuevo Libertador de las masas oprimidas por el capitalismo, el cual puede leerse muy claramente en sus lineas y que se corresponden perfectamete con las ideas del ala izqierda del partido de López Obrador.
Que el artíclo sea un editorial y por lo tanto una opinión, no lo libera de la sujección a los hechos y cuando mas permite interpretaciones de estos, puesto que sabemos que tambén existe lo que se llama "opinión informada"; sólo que a la hora de los dogmas la información neutral es la primera victima.
Daniel, si bien la visita pudiera no llamarse un fracso puede llamarse un anticlimax, porque al parecer las manifestaciones de apoyo a tu jefe fueron bastante tibias en un pais que por siglos fué fanático hacia su religión y e una ciudad de mas de 20 millones de habitantes. No estoy seguro de las causas, pero me imagino que tienen que ver con la personalidad de este papa y probablemente con el enfrentamiento al aborto recientemete aprobado en dicha ciudad que me imagino fue impulsado por el partido de López Obrador qe tiene una influencia mayoritaria en la ciudad (Lopez fué Alcalde y al parecer un buen Alcalde de Ciudad de México), y en general por la posicion centrista en materia económica de B16 que puede no gustarle al populismo dominante en los estratos bajos de los habitantes de la ciudad del cual se nutre preponderantemente tu iglesia. He estado leyendo blogs mexicanos, y las mujeres mexicnas en su mayoría estan furiosas por los ataques del PAN (partido conserador gobenante) contra la reciente legislación sobre el aborto. Y si las mujeres que son las mas religiosas estan furiosas contra los opositores al aborto, dudo que se tomen el trabajo de tomar el atobus o el Metro para saludar a B16. Pero son mis elucubraciones y puedo estar eqivocado de medio a medio.
En cambio hay algo de lo que estoy seguro: si en lugar de ir a Mexico, B16 hubiera ido a Venezuela, lo habrían recibido multitudinariamente. No es que los venzolanos sean mas católicos que los mexicanos, lo son bastante menos, sino que la iglesia católica venezolana esta fontalmente contra Chavez y medio pais lo odia. Hasta yo hubiera ido a recibir a B16 simplemente para joder a Chavez.
Sobre el fundador de La Jornada:
"Fue senador de la República por el Partido de la Revolución Democrática."
Yahoo respuestas.
El PRD es parte del eje Chavista, aunque ya no estoy ta seguro porque fué el apoyo de Chávez al cadidato del PRD, López Obrador lo que lo desprestigió y lo hizo perder las recentes elecciones, hasta el punto que algún momento el PRD quiso deslindarse de Chávez, pero ya era muy tarde, porque el pan había enfilado las baterías sobre las estrechas relaciones entre Chavez y el PRD, y los mexicanos, sensatos por alguna vez en su vida decidiero que el paraiso chavista era demasiado paraiso. Pero el PRD perdió por un pelo, y además en México nunca se puede estar seguro de si quién gano, lo hizo limpiamente. Hasta done se, Mexico es un sistema Federal y en Ciudad de Mexico domina el PRD.
PS.Toledo, cuando digo que hasta la opnión debe observar los hechos, me estoy refiriendo a que es absoltamente falso que la iglesia apoye las políticas del FMI o el BM. En Venezuela, R.Caldera, uno de los fundadores del socialcristianismo en latinoamerica, ganó las eleccioes anteriores a Chavez con una plataforma anti-FMI y socialdemocrata de izquierda. A mi me da la impresión de que B16 es una rptura no solo con el extremismo socialista, sino tamién con la política católica en latinoamérica de apoyo al socialcrisianismo, que no es otra cosa que una izquierda moderada y reformista.
SIMBOL:
"Toledo, cuando digo que hasta la opnión debe observar los hechos, me estoy refiriendo a que es absoltamente falso que la iglesia apoye las políticas del FMI o el BM."
No sé si el verbo es apoyar. Ni las apoya ni las desapoya (aunque parece que quiere demonizar cualquier cosa que termine en "ismo", incluso el cristian-ismo, si no es católico). Pero, ¿te imaginás a Ratzinger, en suelo yanqui, criticando alguna política económica de ese país? A mí me cuesta.
"Pero, ¿te imaginás a Ratzinger, en suelo yanqui, criticando alguna política económica de ese país? A mí me cuesta."
A mi no me cuesta nada. Aqui los demócratas, que a veces ganan elecciones, no le tiene mucho cariño al neoliberalismo (reaganismo lo llaman aquí) y los sindicatos sufren un infarto cuando les hablan de globalización. Recuerda que uno de los presidentes mas apreciados por los gringos, en todos los tiempos fué Roosevelt, quien era llamado "comunista" por los conservadores. En materia económica los gringos son pragmáticos y tiran al centro, y en este momento parte de la discusión es si hay que tomar medidas redistributivas (que los conservadores detestan) visto que se esta abriendo una brecha preocupante en materia de ingresos, y los gringos saben los riesgos que esto acarrea.
SIMBOL:
Me tardé un poco porque he estado ocupado. Debo decirte que hablo con desventaja, ya que no soy el que vive en los Estados Unidos. Pero sigue pareciéndome, con tu permiso, un tanto improbable que hoy por hoy Ratzinger pudiera llegar a los Estados Unidos a criticar la política económica de ese país. Ni siquiera podría hablar del avance del evangelismo, pues allí el catolicismo corre detrás, y a lo sumo diría alguna generalidad en contra de la invasión a Iraq.
Fernando
Te escribí una larga nota para explicarte, pero llegué a la conclsión de que era muy complicada asi que la resumiré diciéndote lo que sigue:
B16 podría decir lo que quisiera si viene aquí, por ejemplo:
En el estadium de los yankees de New york ante 60.000 personas:
1) USA está explotando al mundo
2) Todos lo que no sean católicos son infieles y no se salvarán
3)La guera de Irak es criminal
Una vez que dijera lo tercero, el estadio se vaciaría en un 80%, y todos lo programas de Tv nocturnos y la prensa estarían dándole con un bate por la proxima semana. Gallup haría una encuesta donde el 80% de lo gringos piensan que B16 está loco y su iglesia sufriría las consecuencias y los protestantes estarían muy felices.
Pero todo lo anterior no impide que diga lo que quiera. Claro, las palabras tienen consecuencias.
PS. A pesar de que B16 es un Jefe de Estado, lo unico que diría la Casa Blanca a través de su portavoz es "que han escuchado con interés y respeto las opiniones del Santo padre pero que difieren de ellas" y con toda seguridad sería despedido en el Aeropuerto por Condoleeza una vez que haya terminado su visita.